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25 aniversario luctuoso de Colosio; reencuentro de viejos políticos

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Hace un cuarto de siglo Durazo y Ebrard estaban en equipos distintos del PRI, hoy forman parte del gabinete; éstas son algunas de sus declaraciones ministeriales en la investigación del asesinato del candidato presidencial en Lomas Taurinas25 aniversario luctuoso de Colosio; reencuentro de viejos políticos

Foto: Excelsior

25 aniversario luctuoso de Colosio; reencuentro de viejos políticos

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CIUDAD DE MÉXICO.-Desde puntos opuestos, Alfonso Durazo Montaño y Marcelo Ebrard Casaubón fueron testigos desde la primera fila de la política mexicana, del contexto que envolvió el asesinato de Luis Donaldo Colosio Murrieta,  hoy hace 25 años.

Durazo y Ebrard son dos políticos que hace un cuarto de siglo militaban en PRI. Lograron trascender el histórico suceso que acabó con la vida del candidato presidencial del que era su partido. Ahora forman parte del mismo equipo: el gabinete legal del presidente Andrés
Manuel López Obrador.

Durazo es secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, y Ebrard, secretario de Relaciones Exteriores. Durazo y Ebrard llegaron con López Obrador por caminos distintos: Durazo pasó por el PAN, luego el PRD y después Morena. En el 2006 se sumó a la campaña presidencial de López Obrador, que estaba en el PRD. Ebrard pasó del PCD —partido que fundó junto con Manuel Camacho Solís—, al PRD, MC y Morena. Desde el 2000, Ebrard se sumó a López Obrador, cuando declinó su candidatura a la jefatura de gobierno del DF en favor del actual Presidente.

El 23 de marzo de 1994, Alfonso Durazo era secretario particular de Colosio Murrieta. Marcelo Ebrard, brazo derecho de Manuel Camacho Solís, entonces comisionado para la Paz en Chiapas.

Camacho Solís, maestro, amigo, jefe de Ebrard, fue etiquetado como uno de los “malos” en el caso del asesinato de Colosio en Lomas Taurinas.

La imagen de Manuel Camacho quedó marcada desde el momento mismo que Colosio fue nominado como candidato presidencial del PRI, el 28 de noviembre de 1993. Hubo mecanismo para hacer público que el entonces regente de Distrito Federal (hoy Ciudad de México), no había felicitado a Colosio por la nominación.

Hecho que no fue real. En su declaración ministerial, ante la Subprocuraduría  Especial para el Caso Colosio, de la desaparecida Procuraduría General de la República (PGR), Ebrard dijo: “Sí lo llamó” y agregó que el contenido de la conversación que él conocía se reprodujo en el libro ¿Por qué perdió Camacho?,escrito por Enrique Márquez.

Fue Colosio quien llamó a Camacho a Cuernavaca y le dijo, según Márquez: “No vas a venir a felicitarme”; a lo que Camacho le contestó: “El problema ya sabes Donaldo que no es contigo; te deseo que te vaya bien, por el bien del país. Mañana yo arreglaré mi asunto con (Carlos) Salinas”.

 

NO LE INQUIETÓ LA AUSENCIA DE CAMACHO

En el mismo documento ministerial, de miles de fojas, quedó registrada la declaración de Durazo sobre la postulación de su paisano, jefe y amigo desde 1985, cuando se conocieron a instancias de Heriberto Galindo Quiñones, entonces director del Crea y jefe de Durazo en la casona de Serapio Rendón.

“Alfonso Durazo Montaño refirió que se comentó la ausencia del licenciado Camacho Solís por su militancia partidista y por haber sido uno de los mencionados como posibles candidatos del PRI, pero que no fue inquietante para el candidato Luis Donaldo Colosio”, se lee en el documento de la Procuraduría General de la República.

Después de la nominación de Colosio, Camacho renunció a la regencia del DDF. Fue nombrado Canciller. El 1 de enero de 1994 el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) se levantó en armas en Chiapas y el 10 de enero siguiente Camacho fue nombrado comisionado para la Paz en Chiapas, sin cargo en la administración pública. Eso lo habilitaba para ser candidato presidencial.

Sobre el nombramiento como comisionado, Durazo dijo al Ministerio Público Federal (MPF) que él sabía “que el licenciado Salinas de Gortari le comentó al licenciado Colosio que el licenciado Manuel Camacho le iba a ayudar a resolver el conflicto en Chiapas, pero que la responsabilidad sería del doctor Jorge Carpizo (entonces secretario de Gobernación), y nunca le hizo de su conocimiento que Manuel Camacho Solís renunciaría a su cargo de secretario de Relaciones Exteriores, queda así de manifiesto que el licenciado Colosio no fue enterado de ese nombramiento”.

Durazo también dijo en su declaración ministerial que:

“Ese día 10 de enero se anuncia a los medios de difusión el nombramiento del licenciado Manuel Camacho como Comisionado para la Paz en Chiapas, sin desempeñar con ello un cargo público, ese nombramiento viene a ser un contrapeso para el arranque de la campaña, lo que se aprecia con los medios de difusión, ya que se destaca lo de Chiapas y se deja con poca difusión la actividad de la campaña del licenciado Colosio”.

BUSCABA EL APOYO DE COLOSIO EN LOS ACUERDOS DE PAZ

Ebrard, por su parte, dijo al MPF que: “Una vez que estalló el levantamiento del EZLN, el licenciado Camacho manifestó su oposición a la línea política que estaba siguiendo la administración en torno al conflicto y que consistía en la aniquilación física del EZLN y sus bases de apoyo. Abogó por un cambio sustantivo a favor de una salida política. Propuso se integrara una instancia de negociación y externó su disposición a participar en el esfuerzo de paz”.

El Ministerio Público quiso saber si Camacho había hecho algún tipo de amago al Presidente si no era nombrado comisionad para la paz, a lo que Ebrard dijo:

“El licenciado Camacho sostuvo que debía cambiarse la línea política y que si el Presidente decidía proseguir con el aniquilamiento físico y la división política del país, comprometiendo incluso la posibilidad de efectuar elecciones pacíficas, entonces él y su equipo no podríamos seguir participando en el gobierno. En esos días me señaló que debíamos estar preparados para participar, incluso, en el movimiento de la sociedad para frenar el conflicto”.

Al ser cuestionado por el MPF si en algún momento Manuel Camacho le expresó algún comentario con relación a las campañas políticas y en particular a la de Colosio, Ebrard dijo:

“En varias ocasiones comentamos la evolución de la situación política nacional, especialmente en lo que se refería al proceso de paz en Chiapas, sus probabilidades y obstáculos. Recuerdo que el licenciado Camacho estaba más interesado en conseguir el apoyo de Colosio a los acuerdos de paz que parecía posible alcanzar, que en la evolución de la campaña del PRI y otros partidos o en la intensa línea de ataque en diversos medios al ‘protagonismo’ del comisionado”.

LOS ENCUENTROS DE COLOSIO Y CAMACHO

Alfonso Durazo Montaño declaró que: “El día 16 de marzo de ese mismo año, el licenciado Colosio acudió a una cena en la casa del señor Luis Martínez Fernández del Campo, amigo de Manuel Camacho Solís, quien fungió como enlace para concertar la cena en la que estarían presentes Luis Donaldo Colosio y Manuel Camacho, cuyo propósito era buscar un entendimiento. Sin embargo, la apreciación del declarante es que los resultados no fueron alentadores, es más, no alteraron de fondo el nivel de la tensa relación que prevalecía entre ellos”, consta en actas.

Sobre ese encuentro y otro, ocurrido el 3 de febrero de 1994 en la casa de Roberto Salcedo Aquino, Marcelo Ebrard Casaubón afirmó que Camacho y Colosio tenían comunicación entre sí, durante la campaña presidencial:
“…hubo también una llamada telefónica el 22 de marzo que fue de mi conocimiento”, dijo el actual canciller mexicano.

Sobre lo que Camacho le dijo a Ebrard en torno a esas reuniones, indicó que de la del 17 de marzo “el licenciado Camacho me comentó que había sido una reunión exitosa y de acercamiento en cuanto a la línea política que sosteníamos y la que Colosio pensaba implementar”; de la otra simplemente dijo que lo sabía era con base en la información publicada.

Sobre si se había llegado a algún compromiso en las reuniones entre Colosio y Camacho, Ebrard indicó:

“Existió un acercamiento importante. El licenciado Camacho me comentó que había habido coincidencias significativas para la transición política de México y que podría construirse un compromiso para abrir paso a una línea política respetuosa de los acuerdos de paz que tal vez pudieran firmarse en las próximas semanas con el EZLN. Recuerdo que la impresión del licenciado Camacho era que Colosio estaba posicionando genuinamente su línea política a favor de cambios políticos profundos en caso de resultar electo”.

 

Escrito por Excélsior

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