Un policía falleció en Ciudad de México, dos presuntos saqueadores en Veracruz y dos más en un enfrentamiento en Hidalgo. Centenares de personas han sido detenidas en todo el país
La situación se calmó este jueves en la capital mexicana, pero el caos ha crecido en otras regiones del país.
El policía que murió este miércoles fue aplastado en un robo en una estación de servicio durante una manifestación, informó un día después la Policía Metropolitana. Las mismas fuentes informaron del arresto de 106 personas. 9.000 agentes adicionales se han desplegado en la capital, con el apoyo de 13 helicópteros y 20.000 cámaras de vigilancia. En el Estado de México, más 430 personas fueron detenidas por actos de vandalismo.
En Veracruz, dos personas murieron en unos incidentes que paralizaron la zona turística. En declaraciones a medios locales, el presidente de la Cámara Nacional de Comercio en la zona Veracruz-Boca del Río, Jesús Muñoz de Cote Sampieri, informó de que son 100 los comercios que han sido saqueados. El líder empresarial reclamó la intervención de fuerzas federales y del Ejército para frenar a los saqueadores, que han dejado daños valorados en 4,4 millones de euros. Las autoridades aseguraron que 135 personas fueron detenidas.
En Ixmiquilpan, en el Estado de Hidalgo, la policía local utilizó gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes que arrojaban piedras. Según la secretaría local de Seguridad, se escucharon disparos de armas. Ocho civiles y cinco policías resultaron heridos, según las mismas fuentes. Se confirmaron dos decesos en la mañana del viernes.
En Monterrey, Nuevo León, más de 10.000 personas se manifestaron pacíficamente para protestar contra los aumentos. Grupos de jóvenes, muchos enmascarados, se enfrentaron a los manifestantes y dañaron las oficinas de algunas instituciones locales. Varias personas resultaron heridas, entre ellas dos periodistas, y hubo 182 detenciones, según un portavoz oficial. “Damos la bienvenida a las protestas, pero castigaremos los actos vandálicos contra el patrimonio de los habitantes de Nuevo León”, ha declarado el viernes el gobernador Jaime Rodríguez El Bronco.
En el Estado de Cohuila, en el norte, la policía dispersó con gases lacrimógenos a cientos de manifestantes, según imágenes difundidas por el canal de televisión Milenio.
El precio de la gasolina se incrementó el 1 de enero en un 20,1% y el diésel en un 16,5%. A partir del 18 de febrero, el precio máximo fijado por el Gobierno se ajustará cada día. La ola de protestas que comenzó inmediatamente después de la entrada en vigor de los aumentos cobró impulso a partir del miércoles con bloqueos de carreteras, saqueos en tiendas y gasolineras, y actos de vandalismo. De acuerdo con el presidente de la Confederación de Cámaras de Comercio, Enrique Solana, unas 800 empresas pequeñas y medianas y 250 grandes tiendas fueron dañadas en todo México.
El presidente de México, Enrique Peña Nieto, dijo en un mensaje especial que la decisión de aumentar los precios de los combustibles en México fue una consecuencia de la subida de los precios internacionales y que se trataba de un “cambio difícil”, pero necesario para asegurar la estabilidad económica. El incremento de los precios es el primer paso de la apertura a la liberalización de los precios del combustible en el mercado. Estaba prevista inicialmente para 2018, pero el Gobierno mexicano ha optado por ponerla en marcha un año antes.
Escrito por AGENCIAS