Tras arrasar los balnearios mexicanos, la tormenta se dirige hacia la costa sur de los Estados Unidos. Los ciudadanos se preparan para el impacto en una zona que aún no se ha recobrado del paso de Laura, que dejó al menos 15 muertos a fines de agosto
El peligroso huracán Delta se desplaza por el Golfo de México en su camino hacia la costa sur estadounidense, a donde llegará este viernes tras haber impactado en la península de Yucatán (México), donde causó inundaciones y daños económicos.
Según el informe del Centro Nacional de Huracanes de los EEUU, en la madrugada de hoy la tormenta está a 300 kilómetros al sur de Cameron, en Louisiana, con vientos de 195 kilómetros por hora y un desplazamiento de 19 km/h.
El alerta de marejadas ciclónicas, que provocan inundaciones con riesgo para la vida, está vigente desde High Island, Texas, hasta la desembocadura del Pearl River en Louisiana, incluyendo Calcasieu Lake, Vermilion Bay y Lake Borgne, mientras que el aviso de huracán está en curso desde la mencionada High Island hasta Morgan City, en Louisiana.
Las autoridades han instado a la población de la zona a prepararse y buscar refugio en lugares seguros, y el gobernador de Louisiana, John Bel Edwards, declaró el estado de emergencia el martes.
Según el portal Accuweather, va a ser la primera vez en la historia que un huracán con nombre de letra del alfabeto griego -se usan cuando se acaba la lista de nombres anual- toque tierra en territorio estadounidense.
En esta muy activa temporada ciclónica en el Atlántico han sido diez las tormentas con nombre que han tocado tierra en territorio continental de EE.UU., según ese medio.
Los vientos con fuerza de huracán de Delta se extienden hasta 35 millas (55 km) del centro y los de tormenta tropical (más débiles) hasta 125 millas (205 km).
El mayor peligro de Delta para la costa es el aumento del nivel del mar a causa de la combinación de la marejada ciclónica y la marea, que puede alcanzar un máximo de 11 pies (3,3 metros) en algún punto de Luisiana.
Pero, además, Delta descargará copiosas lluvias que pueden llevar a inundaciones repentinas y desbordes de ríos, propiciar la formación de tornados en Luisiana y Mississipi, y producir un fuerte oleaje en la parte norte y oeste del Golfo de México.