Así como a aquel niño que le adviertes una y otra vez que se va enfermar si no usa suéter y no te cree hasta que se enferma; el presidente de la república en reiteradas ocasiones tanto simpatizantes como opositores le pidieron de la manera más amable que por su salud usara cubrebocas, sin embargo, se negó en infinitas ocasiones hasta dar positivo de Covid 19.
¿qué tienen en común las tres naciones que peor manejo le dieron a la pandemia?
Su presidente, era fan de la idea de menospreciar la situación en la que se encuentra el mundo, sus acciones para controlar la pandemia fueron ínfimas, su negativa por usar cubrebocas en público era constantes, y lo más triste de la historia es que estás 3 personas dieron positivo por Covid 19 como máximos mandatarios de México, Estado Unidos y Brasil.
Y es que a nadie se le desea el mal en ningún momento, siempre se espera que todos se encuentren bien de salud, sin embargo, es inminente que el constante rechazo de parte de alguien para cuidar su salud, iba a tener consecuencias, en este caso la prueba positiva para el líder del ejecutivo de nuestro país.
Pareciera que esta vez los “detentes”, la fuerza moral y el no mentir ni traicionar, no funcionan contra algo que esta científicamente comprado y que no deja más que una clara muestra de que el mandatario, no ha entendido aún la situación actual en la que se encuentra México y el mundo respecto al Covid 19.
Hoy más de 155,000 mexicanos y mexicanas han perdido la batalla frente a esta enfermedad, que desde su inicio “estaba contralada” y que hoy tomo más muertes que ninguna otra en la historia reciente de nuestro país, mientras el presidente y el subsecretario de salud, insistían en que la situación era menor.
Contradiciéndose una y otra vez, aplaudiéndose los discursos sin fundamento entre ambos como que la máxima estimación eran 30 mil muertes, que el cubrebocas no era necesario, que se podía salir en todo momento y que la pandemia era una situación menor.
En días recientes vimos al primer ministro de Reino Unido salir a pedir disculpas por que habían rebasado los 100 mil muertos, donde el mandatario lamentó todas y cada una de las perdidas, mientras que el presidente de México insiste en hacer como que no pasa nada y espera que la pandemia acabe por obra y magia del Espíritu Santo, presumiendo políticamente las vacunas desde Morena, con datos falsos, por cierto; y culpando como siempre a la oposición.
Ese discurso desgastado que al principio dio resultados positivos para él, pero que hoy después de 2 años de un pésimo manejo de la pandemia y de nulos resultados en lo social, en lo económico y en la seguridad del país, hacen que las y los mexicanos tomen este discurso como nefasto, preguntándose ¿Cuándo el presidente asumirá la responsabilidad de sus actos?