“Las declaraciones del presidente de México son falsas, cuando dice que se erradicó la tortura en México, sigue siendo una práctica sistemática y generalizada”, aseveró Sebastian Brehm, miembro de la Comisión Parlamentaria de Derechos Humanos en Alemania, durante el panel “¿Se erradicó la tortura en México?”, organizado por Amnistía Internacional.
Destacó que, pese a que en abril de 2020, durante su informe de gobierno trimestral, López Obrador sostuvo que en México han “erradicado la tortura“, en realidad no se ha hecho lo suficiente para acabar con esta práctica.
Gerald Staberock, secretario general de la Organización Mundial Contra la Tortura, coincidió en que en México la tortura es una práctica existente.
Incluso, dijo, México refleja una contradicción, “pues por un lado tienen cierto Estado de derecho, una democracia muy sofisticada, pero por otro lado se ha demostrado que la tortura sigue vigente”, acotó.
Staberock señaló que lo primero que se tiene que hacer para erradicar el problema es reconocer que existe. “Algunas organizaciones e instituciones públicas lo reconocen, pero el presidente los contradice“, lamentó.
Pese a que desde 2017 se hizo una ley contra la tortura sistemática que es “progresista”, indicó, el problema ha sido llevar esta legislación a la práctica.
“Hace falta una política pública contra la tortura. Hay que trabajar, por ejemplo, en el problema de las confesiones, porque un sistema judicial basado en confesiones, en cualquier país del mundo, está muy cerca de la problemática de la tortura”, consideró.
Según un informe de la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos, la cantidad de investigaciones de casos de tortura por agentes del Ministerio Público ha aumentado en los últimos años tanto a nivel federal como estatal, de apenas 13 investigaciones en 2006 a más de siete mil en 2019.