Este 9 de agosto, el gremio periodístico de México se unió en un reclamo: detener las amenazas vertidas por un grupo delictivo de alto impacto en contra de varios medios de comunicación y de la periodista Azucena Uresti.

Ante esta amenaza y las peticiones para que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador active el Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, la respuesta que se dio por medio del vocero Jesús Ramírez, deja ver un brutal desapego hacia los comunicadores y, de acuerdo con diversas organizaciones, el tuit que publicó no es suficiente para garantizar la integridad de los comunicadores.

Organizaciones como ARTICLE 19 piden la intervención de la Fiscalía General de la República (FGR) y de la Secretaría de Gobernación (Segob) para que investigue – con perspectiva de género – las amenazas contra la comunicadora.

Y para la Segob la petición está – junto con la Secretaría de Seguridad – en brindar protección a la periodista, al personal de los medios y sus familias.

Cabe recordar que México es considerado como uno de los países más peligrosos en el mundo y, de hecho, encabezó la lista de la Federación Internacional de Periodistas sobre los más violentos, donde aparecen naciones en guerra como Afganistán, Siria, Yemen, Pakistán o India.

En este escenario, ARTICLE 19 recordó que las amenazas de grupos de la delincuencia organizada suceden ante la ausencia del Estado, cuya tarea es garantizar un periodismo libre y frenar la violencia contra comunicadores, comunicadoras y periodistas que se ha vivido desde hace varios años y conforme pasa el tiempo, se intensifica.

Como contexto, estas amenazas surgieron porque supuestamente los medios en sus coberturas sobre la violencia en Michoacán reciben dinero de los grupos de autodefensas para que hablen bien de ellos.

En el video se nombra a el Abuelo Farías (Juan José Álvarez Farías, líder de Cárteles Unidos), los Viagras e Hipólito Mora (empresario, político y limonero) como los supuestos orquestadores, que fueron señalados por escudarse en los autodefensas.

La amenaza contra Azucena Uresti, Milenio y El Universal fue directa, luego de que reportaran el enfrentamiento entre el CJNG y el grupo de autodefensas en Tepalcatepec, Michoacán. Pero de hecho se considera una advertencia para todos los medios de comunicación.

Los periodistas, al unísono, exigen a López Obrador que en este caso – y en general en todos los asuntos referentes a amenazas de grupos delictivos de alto impacto – se deje de sus maniqueos discursos de “abrazos, no balazos”, para que asuma su responsabilidad y garantice a toda costa la seguridad y la libertad de expresión de los periodistas.

La situación, con esta amenaza hecha mediante un vídeo, además de ser grave e inaceptable, debe obligar a un gobierno que no ve lo que pasa, a cambiar la estrategia, a entender que los medios de comunicación no son sus enemigos, sino los delincuentes que han creado una arena de lucha sin que haya intervención efectiva de las autoridades.

Ante las amenazas, Jesús Ramírez Cuevas, vocero del presidente López Obrador, señaló que el Gobierno tomará medidas pertinentes para proteger a medios y periodistas y rubricó su tuit con: “Las libertades democráticas están garantizadas junto con el derecho a la información para los ciudadanos”, lo cual, además de vacuo resulta lamentable.