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EL PROMETER NO EMPOBRECE… OPINIÓN OPINIÓN Verónica Cruz Perales

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OPINIÓN
Verónica Cruz Perales

A lo largo de su campaña política, el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, hizo las promesas que todos queríamos escuchar; esas promesas que nos permitían creer que pronto estaríamos disfrutando de un mejor nivel socioeconómico, gracias a las políticas públicas del Presidente y a sus atinadas decisiones.

Olvídese del gusto que nos daría ver tras las rejas a aquellos políticos que robaron a manos llenas a la nación; que se hicieron ricos a costillas del pueblo ó que disfrutaron de las mieles del poder a la vista de todos.

Hasta el día de hoy, el presidente de la República no ha cumplido una sola promesa de las que hizo; menos las que más cacaraqueo durante su campaña: Bajar la Gasolina y meter a la cárcel a los corruptos.

El escenario para los mexicanos es cada día más desolador, después de que esta semana subió el precio de la gasolina a 30 pesos, y todos sabemos lo que significa que el precio de la gasolina suba; “Una eminente subida de nuestra canasta básica y de los insumos y el transporte público”.

Así que mientras lo mexicanos nos mantenemos rogando a Dios porque ya no suba más, el huevo, las tortillas, el pan, el transporte público; el presidente sale a prensa con un cinismo inusual, diciendo que deberíamos estar contentos porque en Estados Unidos la gasolina esta más cara que en México, allá anda alrededor de los 32 pesos.

No pues ¡Wuao!, como dirían los chavos ahora; si el presidente nos compara en precios con Estados Unidos, sería sano que nos comparará también en los sueldos que ganan los gringos y los que ganan los mexicanos; entonces si, podríamos hablar de los costos que la vida tiene en el vecino país del norte, con los nuestros.

Los resultados de Morena como gobierno han sido desastrosos hasta el día de hoy; y definitivamente no se puede ocultar los resultados, cada día tenemos más pobreza, desempleo, inseguridad y corrupción.

Y la única preocupación del presidente es victimizarse lo suficiente, mentir lo suficiente y decir suficientes disparates para que la opinión pública permita que las y los mexicanos volteemos para otro lado y evitemos hacer un verdadero análisis de la crisis que está por venir y que pone en riesgo la economía de las familias mexicanas.

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