La orden para el retiro de los extrabajadores de Mexicana fue de Jorge Recillas, abogado de la Dirección de Asuntos Jurídicos del AICM.
Elementos de la Secretaría de la Marina (Semar) desalojaron este viernes a los extrabajadores y jubilados de la aerolínea Mexicana que mantenían un campamento y una cafetería en las instalaciones de la Terminal 1 del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM).
El desalojo comenzó por la madrugada de este día y continuó por la mañana en medio del despliegue de marinos y policías capitalinos adscritos al cuidado de la terminal aérea.
El espacio ocupado por los extrabajadores de Mexicana, aerolínea que dejó de operar hace 12 años, era el que existe entre las puertas 2 y 4; ahí, los exempleados instalaron desde hace años una cafetería para obtener recursos para ellos mismos, así como para mantener su lucha legal, toda vez que sostienen dos juicios laborales y una denuncia penal contra los antiguos propietarios de la compañía.
En un comunicado, la Asociación de Jubilados, Trabajadores y Extrabajadores de la Aviación Mexicana (AJTEAM) denunció que con el desalojo, el gobierno federal les “corta el oxígeno”, pues de la cafetería obtenían ingresos para distintos fines:
- La manutención de 70 familias encargadas de la venta y elaboración de pasteles, sándwiches, tortas y otros alimentos y bebidas.
- Apoyo económico para jubilados que cayeran en enfermedad y que no contaran con recursos para solventar sus gastos.
- Apoyo económico para gastos funerarios de familiares de primer grado.
- Manutención de la lucha jurídica y social.
- Foro de expresión y manifestación.
La orden para el retiro del campamento fue hecha por Jorge Recillas Herrera, en su calidad de abogado de la Dirección de Asuntos Jurídicos del AICM.
En un oficio firmado por él, indicó que la orden se justifica en la inexistencia de un contrato debidamente formalizado para el comercio en el espacio de 1,044.43 metros cuadrados que ocupaban los extrabajadores de Mexicana.
“Se destaca que la forma en que se viene ocupando este espacio y las actividades que se realizan en el mismo, se reitera, ocasionan quebranto económico al AICM, ocasionando inseguridad para los usuarios y competencia desleal al comercio formal en el Aeropuerto”, apunto Recillas Herrera.