Del que mentir acostumbra, es la verdad sospechosa. Juan Ruíz de Alarcón.
Llegó a San Luis Potosí el efecto Xóchitl, el último experimento de los oligarcas detrás de la oposición al proyecto político de Andrés Manuel López Obrador. Por alguna extraña razón la entidad es el lugar perfecto para hacer experimentos. Es curioso que a partir de que se lanzó al mercado el producto Xóchitl Gálvez nuestra ciudad fuera el lugar elegido para perder un par de días dándole forma al discurso belicoso pero meloso de la candidata presidencial. La verdad es que la señora es un caso especial y no le para la lengua, justo la persona perfecta para hacer encabronar al presidente de la república, él que se jacta de ser el rey del: “al fin que ni me dolió”.
Los potosinos que para todo son muy novedosos, se apuntaron inmediatamente en la lista de promotores de la Xochitlmanía, ella muy en plan tranquis se tomó fotos hasta con el botones del hotel, una reunión con (lo que queda del PRI) ex alcaldes priístas, otra foto con el alcalde Enrique Galindo Ceballos, visita domiciliaria con el candidato perdedor de la contienda pasada al gobierno del estado Octavio Pedroza Gaitán y un encuentro ciudadano para darle el matiz que le interesa explotar a sus financiadores. Xóchitl es la candidata de la nomenclatura pero también del populacho, es difícil desvirtuar su historia de vida pues nadie le puede regatear su origen precario y el esfuerzo personal para salir de la miseria a base de estudio y tesón. El ejemplo perfecto del triunfo de la meritocracia.
Aun así, la señora no se metió mucho en las grillas locales, ni preguntó porque no se hablan Octavio Pedroza y Enrique Galindo o porque los diputados panistas y tricolores se arrojan a los pies del gobernador Ricardo Gallardo Cardona cuando lo ven pasar, son expertos en eso de practicar la proskynesis. Y qué bueno que a doña Xóchitl no le gusta andar hurgando en las alacenas, bien dicen que es mejor ser feliz, que andar averiguando. En la comida con potentados y fifís potosinos, se pudo recuperar la bonita tradición del pase de charola, los boletos estaban numerados y el cupo limitado. La verdad es que los que ven en la precandidata presidencial una luz de esperanza ante el avasallamiento de la cuarta transformación, es porque no tienen los arrestos para levantar la voz por sí mismos cuando algo los agravia, los insulta o los incomoda.
Ojalá que no se desinfle pronto esa burbuja, igual y aunque artificiosamente con notas pautadas y pago para difusión, pero que se mantenga el ímpetu y animosidad que despertó en la oposición después de cinco años de mediocridad y fracasos, que hasta ganas daban de no volver a salir a la calle. Para que Xóchitl se convierta en una real amenaza para el statu quodeberá ser más precisa en el discurso y contar con un ejército de activistas capaces de defender el discurso progresista de la candidata presidencial. Si los ajenos a la cuarta transformación piensan que compartiendo memes y rumiando todos los días la pérdida de privilegios van a conseguir que se derrumben las bases de un proyecto que está a punto de consolidarse, (al menos ideológicamente) están muy equivocados.
Craso error sería que la cúpula panista impusiera a Santiago Creel como el candidato de la ultraderecha mexicana. Y no lo digo por el patético espectáculo que ofreció el ex secretario de gobernación y presidente del congreso de la unión en su discurso de nominación al proceso interno tripartidista. Se le quebró la voz de la emoción y como en un concurso escolar de declamación se le salieron las lágrimas y … seamos honestos, a nadie le gusta la idea de un presidente chillón.
Por lo pronto ya se fue la senadora Xóchitl y aquí nos quedamos los mismos con las necedades de siempre y los pequeños ególatras reclamando un like en Facebook y la ingratitud de los asociados políticos. La elección del 2024 no será la misma que la del 2021, por mucho que lo quieran algunos, hay baraja nueva y el tallador también. Hay quienes se divierten, como el delegado del bienestar Gabino Morales compartiendo una provocadora fotografía con el alcalde capitalino Enrique Galindo Ceballos y su pasado contendiente Leonel Serrato Sánchez. En plan de padroteo está bien pues Leonel Serrato no tiene mayor vida política lejos de la sombra de Gabino Morales. Es como la furcia que se hizo vieja en el arrabal.
El delegado del bienestar Gabino Morales no es ningún ingenuo, no ignora que a toda acción corresponde una reacción, el destinatario de sus arrebatos hace tiempo que lo tiene en su lista negra y no le es ajeno que el funcionario federal es el principal promotor de la emancipación morenista – verde. A Gabino no le favorece la alianza local porque el gobernador trae sus propios números. En la posible negociación para los espacios locales el jefe del ejecutivo espera que todos los grupos morenistas se conformen con el 20 % y lo repartan equitativamente.
De mínimo el partido verde llegará a la mesa con una larga retahíla de alcaldes que buscan la reelección, muchos de ellos provienen de otros partidos y en caso de que no se cumplan sus expectativas, serán los primeros damnificados. A sus partidos de origen tendrán que volver con el rabo entre las patas y quién sabe si la puerta todavía esté abierta. Por lo pronto el delegado del Bienestar ya anunció que busca formar parte de la fórmula al Senado o jugarse su boleto en la alcaldía de la capital. Leonel Serrato también anunció que aspira a ser nuevamente candidato a la alcaldía de la capital donde fue postulado por el “gallardismo” hace dos años y precisamente contra Enrique Galindo. La política es muy sucia, bien decía mi abuela que de la coquetería a la putería hay solo un paso.
De lo que nadie habla es que hay indicios de que la elección que se aproxima será muy similar a la que dió el triunfo a la cuarta transformación. La marejada llevó a completos desconocidos como el “mijis” y Esther Angélica Mendoza a ganar en distritos locales donde no los conocía nadie. El gobernador necesita urgentemente el logotipo de Morena para consolidar su proyecto político y los morenos se aferran a la única posibilidad de seguir pegados a la ubre. La razón porque a Gabino Morales no le han apachurrado los dedos por accidente es que la dirigente estatal que impuso después de ganar la mayoría del consejo político estatal es la hermana de la titular de la policía federal. Rosa Icela Rodríguez es una mujer muy cercana al presidente y Rita, una “señito” que apenas ha comenzado a explorar sus posibilidades.
Sea pues Gabino Morales, influencer, bailarín de barriada, fundador de Morena, eres cuasi petimetre triunfando en tiktok, cuida tus pasos y no dejes de mirar sobre tu hombro, el traidor casi siempre está a tu lado.
@gandhiantipatro