La libertad de expresión nunca ha sido una tarea fácil, pero la labor periodista en Ríoverde jamás se había visto tan amenazada como en los últimos tres años; intimidaciones que se generan más por el chisme y la intriga de unos cuantos, que no están preparados para gobernar, y que señalan sin pruebas a quienes creen sus enemigos.
El poder corrompe; pero el poder absoluto corrompe absolutamente todo lo que le rodea; y eso es lo que le está pasando a Arnulfo Urbiola; rodeado de un equipo, poco profesional, que lo han secuestrado y le soplan al oído una sarta de chismes e intrigas palaciegas que lo llevan a perder objetividad y que lo aleja cada día más de la ciudadanía.
El alcalde gobernará por tres años más; si bien es cierto que votaron por él, 20 mil rioverdenses, así sea que esos ciudadanos, hayan sucumbido a la compra de voto, a la amenaza ó el chantaje; también votaron en su contra 22 mil ciudadanos; una cifra nada despreciable, que le manda un mensaje claro de que buscaban un cambio.
Arnulfo Urbiola dejó de ser aquel joven sencillo y que escuchaba a los rioverdenses; hoy es un hombre temido por su pueblo; porque sus acciones; y más que las suyas; las de sus lacayos, le han ocasionado muchos odios y desprecios que se vieron reflejados en las urnas.
Esas imprudencias de su equipo cercano, de grabarse así mismos hablando de la desaparición de 40 millones de presos, producto de un préstamo que solicitó el municipio, es lo que hizo caer en el alcalde una mancha de deshonestidad, que antes de la elección no tenia. Pero el Edil, en lugar de despedir a ese grupo que tanto daño le ha ocasionado a su imagen y a su administración; culpa a quienes difundieron el audio; y aún peor, a quienes ni siquiera lo compartieron.
La política de que si no estás de acuerdo conmigo, eres mi enemigo; es una política que se vivió hace 30 años en Ríoverde; y AUR debe mirar al pasado para evitar repetir la historia de quienes, incluso, fueron sacados a patadas del gobierno municipal por sus errores. Su actitud, no solo ha golpeado la libertad de prensa en nuestro municipio, también lo ha llevado a maltratar a los operadores del gobernador, Ricardo Gallardo Cardona, que no coinciden con sus métodos de la era de piedra.
Si algo quedó claro el pasado 2 de junio, es que la ciudadanía enfrentó el miedo y salieron a votar; solo basta revisar los resultados de las casillas de la cabecera municipal; y cada día son más las voces que se manifiestan en redes sociales en contra de como se ha gobernador Rioverde.
Ríoverde nunca a sido un pueblo de agachados; por eso el alcalde debe mantener a raya a ese equipo de esquiroles que mantiene con el presupuesto de los ciudadanos, y que ya quedó claro, nada bueno le aportan a la paz y tranquilidad de Rioverde.
