Esteban Espinoza / Rioverde
La implementación de la Nueva Escuela Mexicana es un gran reto para la comunidad educativa, tanto para los docentes como para los estudiantes. Enedina Granados Hernández, directora de la Escuela Pedro Antonio de los Santos, destacó los desafíos y logros que ha traído consigo este nuevo modelo educativo, especialmente en términos de la metodología de enseñanza y evaluación.
“El reto ha sido grande para todos los maestros, ya que la forma de trabajar ha cambiado. Ahora se trabaja por campos formativos y proyectos, que pueden durar una semana, quince días, e incluso hasta un mes. Estos proyectos engloban varias materias, lo que marca una diferencia significativa con el modelo anterior, donde las asignaturas como Español, Matemáticas o Ciencias Naturales se enseñaban de forma aislada”, explicó Granados Hernández.
La directora también resaltó que los nuevos libros de la Nueva Escuela Mexicana están perfectamente alineados con los proyectos que los maestros desarrollan en clase, facilitando su labor educativa. “Estos materiales están muy bien diseñados para adaptarse a las necesidades de los proyectos y al trabajo que los docentes realizan con sus alumnos”, señaló.
La transición hacia este nuevo enfoque no ha estado exenta de desafíos, tanto para los docentes como para los estudiantes. “Para los maestros fue un reto porque era algo completamente nuevo. Sin embargo, gracias a los consejos técnicos y a los talleres del Plan 2022, hemos logrado adaptarnos. Al principio fue difícil, pero ahora los maestros pueden planear y aplicar los proyectos de manera más efectiva”, añadió Granados Hernández.
Una de las características más destacadas de la Nueva Escuela Mexicana es el enfoque en el desarrollo del alumno. Según la directora, este modelo busca fomentar el desenvolvimiento de los estudiantes, permitiendo que adquieran habilidades para enfrentar retos por sí mismos. “Es importante que los niños se desenvuelvan y sean capaces de salir adelante por sí solos. Esta es una de las grandes finalidades del nuevo sistema”, comentó.
Asimismo, el papel de los padres de familia se ha vuelto crucial en este nuevo esquema. “Los padres ahora participan activamente en el proceso educativo a través de proyectos que incluyen tareas para la casa. Los maestros, los alumnos y los padres trabajan juntos hacia el mismo objetivo: que los niños aprendan y comprendan el conocimiento que se les quiere transmitir”, concluyó.
