El mandatario enfrenta la derrota electoral de su partido, una crisis de popularidad y la crisis de los maestros del CNTE.
Agencias
CIUDAD DE MÉXICO.- El presidente de México, Enrique Peña Nieto, está según sus críticos cada vez más aislado, a tres años y medio de asumir, sobre todo tras la derrota de su partido, el PRI, en las elecciones del 5 de junio pasado, abriendo varios flancos en su contra al mismo tiempo.
El mandatario acumula día a día más adversarios, entre ellos la Iglesia, el ala radical del poderoso gremio de maestros y ahora hasta el sector empresarial, que quiere derogar las rígidas normativas fiscales y endurecer las leyes anticorrupción, pero también sus propios aliados, informa Ansa Latina.
“No es extraño que su partido (el PRI) empieza a tomar distancia (incluso públicamente) en sus decisiones”, señaló el analista Jesús Silva Herzog.
“El presidente no solo enfrenta las antipatías de la opinión y de las oposiciones, sino también el alejamiento de sus aliados”, señaló el politólogo, quien indicó que Peña encabeza “un gobierno sin idea de futuro, cada vez más aislado y débil”.
La senadora izquierdista Dolores Padierna indicó que “el gobierno de Peña Nieto llega a su último trecho con muchos frentes abiertos, entre los que destacan su confrontación con empresarios por las leyes anticorrupción y por el manejo patrimonialista de los contratos públicos”.
La legisladora mencionó también el “pleito” del mandatario con la jerarquía católica por proponer elevar a rango constitucional el “matrimonio igualitario”.
Maestros contra la reforma educativa
Están también las renovadas protestas callejeras de un amplio sector del gremio magisterial, que se opone a toda costa a la reforma educativa aprobada hace tres años, a las que el Ejecutivo ha respondido con mano dura.
El gobierno encarceló a las dos principales cabezas de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), lo que insufló más oxígeno a las movilizaciones.
El fin de semana pasado las protestas tuvieron un contrapunto violento luego que la Policía Federal rompió los bloqueos de rutas estratégicas en el estado de Oaxaca.
Al menos seis personas murieron durante los enfrentamientos en la localidad de Nochistlán, para desalojar un piquete de personas que bloqueaban la ruta entre Oaxaca y el estado vecino de Puebla.
Derrotas y conspiraciones
Otro factor que también provocó el rechazo de sectores conservadores fue la decisión de Peña de proponer la legalización de la marihuana con fines medicinales, aunque lo que realmente enojó a la jerarquía católica fue la de aumentar dosis mínima por persona que se puede portar de 5 a 28 gramos.
En las votaciones del 5 de junio, el Partido Revolucionario Institucional perdió en 7 de las 12 gobernaciones en disputa, lo que alimentó versiones de que personajes notorios de la jerarquía católica habían conspirado para alentar a la gente a sufragar por la oposición.
Para agravar más la crisis de Peña, este lunes el titular del PRI, Manlio Fabio Beltrones, renunció a su cargo tras los malos resultados en las urnas: “En congruencia con el compromiso de servicio al tomar el cargo del presidente del partido, hoy presento mi renuncia para permitir así que una nueva dirección encabece las transformaciones que nuestro partido requiere y le urgen”, dijo.
Desde los años 70
Peña, que deberá entregar el poder a su sucesor en 2018, mantiene la peor crisis de imagen de su gestión, con un 30% de popularidad, el nivel más bajo de todos sus antecesores desde 2000, cuando se halla a mitad de gestión y no al final como normalmente sucede.
Esa caída ocurre luego de escándalos de corrupción en torno a la propiedad de una lujosa mansión adquirida por su esposa a un contratista a un precio menor al del mercado y la desaparición de 43 estudiantes en septiembre de 2014.
Para colmo de males, la economía se encuentra en vilo debido a la caída de los precios del petróleo, la depreciación del peso, calculada en un 27% desde el año pasado a la fecha y acentuada en los últimos días debido al temor de que el magnate Donald Trump llegue a la Casa Blanca.
La semana pasada, un grupo de empresarios salió a las calles a protestar por la “descafeinada” reforma anticorrupción aprobada en el Congreso, que somete a los hombres de negocios a las mismas medidas fiscalizadoras aplicadas a funcionarios.
Padierna recordó que “no se veía una movilización de la iniciativa privada así desde los años setenta” contra el entonces presidente Luis Echeverría, famoso por sus políticas estatistas.