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La soga al cuello

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El Estado del Bienestar

Esperar que la vida te trate bien por ser buena persona, es como esperar que un tigre no te ataque por ser vegetariano.Bruce Lee.

Se acabaron los pretextos, el control del país está en manos de la llamada cuarta transformación. El término acuñado por el ex presidente Andrés Manuel López Obrador dota de personalidad a un movimiento político que no termina por tomar forma y tampoco tiene una ideología clara y consistente. Tal vez esa ambigüedad sea el seguro de vida de la filosofía con que se gobernará el país durante los próximos años, el humanismo mexicano es otro término que pretende dotar de personalidad al proyecto político del movimiento de regeneración nacional. Morena es -y hasta que alguien lo despoje del favor de las masas- la fuerza política preponderante en el crisol de la participación política en México. Ajustamos cien días del gobierno de Claudia Sheinbaum Pardo y se festejó en multitudinario acto en el zócalo de la Ciudad de México, no fue una gran concentración masiva de personas, pero tampoco hay indicios de que hubiera intención de competir con el viejo líder que hasta la fecha guarda respetuosa y estratégicamente un voto de silencio -casi franciscano. El ex presidente López Obrador sigue influyendo en la política nacional, nadie lo imagina levantándose tarde y bebiendo café, mientras ve telenovelas allá en su ranchito donde prometió pasar sus últimos días, alejado del ruido y la hipocresía de la falsa sociedad.

El poder es una adición malévola y asfixiante, toda persona que prueba el maravilloso elixir quiere más, lo desea, lo necesita, y cuando lo pierde, la codicia consumirá su alma hasta recuperarlo o morirá en el intento. Quizás en este momento la persona más vulnerable es la más poderosa, la presidenta de México tiene que ser en extremo cuidadosa con lo que dice y hace, hay muchos ojos y las paredes tienen oídos. Ella está consagrada a concluir la obra maestra de quien ha sido su mentor desde la última década del siglo XX. Claudia Sheinbaum estuvo con el presidente en el gabinete de la jefatura de gobierno de la CDMX y posteriormente sería la vocera de la campaña presidencial incluso cuando se consumó el fraude en la elección que llevaría al “espurio” Felipe Calderón Hinojosa al poder. Como olvidar aquel penoso incidente cuando la hoy presidenta de México acudió a presentar las pruebas del fraude cibernético de la empresa Hildebrando que consistía en tres CD’s dentro de tres cajas vacías sobre un instrumento de carga de los conocidos como “diablo” -jamás entendí esa parte de la pantomima. Muchos se burlaron entonces de la que hoy es la presidenta de México, quien lo diría. La vida es una tómbola.

La presidenta de México enunció uno a uno los triunfos de los primeros cien días de su gobierno, un pequeño ejemplo de lo que vendrá, más de los programas exitosos del pasado reciente y algunos más que serán el signo distintivo del actual sexenio, el legado político del presidente ausente -siempre presente- se encuentra a salvo en manos de su más fiel colaboradora. Sin embargo, hay una sombra ominosa que se ha postrado sobre el palacio de cristal donde vive la jefa del movimiento, las circunstancias de índole político y el frágil equilibrio de poder al interior del movimiento, la disputa entre el senador Adán Augusto López Hernández y el diputado federal Ricardo Monreal Ávila por unos cuantos millones colocó a la presidenta en una situación muy comprometida. Por mucho que se quiera dejar la impresión de que somos un país democrático y con equilibrios calculados, lo cierto es que no es así, somos la presidencia imperial, la república centralista. Las siete leyes de Antonio López de Santa Anna están más que vigentes. El equipo de la presidencia se vio obligado a realizar un inmediato control de daños, la secretaría de gobernación a cargo de Rosa Icela Rodríguez convocó a las partes en conflicto, un boletín de prensa con foto incluida dio por terminadas las hostilidades. Ahora se habla de un relevo en las coordinaciones del senado y el congreso de la unión por haber roto una regla no escrita, no se mandan solos. Nada que un par de embajadas no resuelvan, uno a las europas y otro a un país bananero.

La presidenta recurrió al discurso nacionalista y exaltó las mejores etapas históricas de la relación con Estados Unidos de America, la relación Lincoln – Juárez y el episodio Rosevelt – Cardenas fueron los elegidos por el equipo de la presidencia para demostrar que es posible encontrar puntos de coincidencia con la hostilidad del presidente Donald Trump que tomara protesta el próximo 20 de enero. Donald Trump ya advirtió que en cuanto entre en funciones los carteles de la droga mexicana recibirán la clasificación de grupo terrorista lo cual permitiría al gobierno estadounidense intervenir con acciones de tipo militar, no importa si para ello deben invadir territorio mexicano, algo así como cuando la expedición punitiva de John J. Pershing en persecución de Doroteo Arango alias “Pancho Villa”. La campaña militar donde participó incluso el famoso general George Patton, héroe de la II guerra mundial y a la sazón segundo teniente. Al gobierno americano no les gusta tener un conflicto bélico tan cerca de su frontera pero vamos, ya lo es, y necesita una solución urgente, la guerra siempre es un popular acto de propaganda política. En el negocio de la droga la nación americana pone las armas, el mercado de adictos y el dinero para financiar a los cárteles mexicanos. México pone los muertos y los políticos que se enriquecen cada día más desde que esto se constituyó como un negocio trasnacional, allá por los años ochentas. Se acabaron los días en que el presidente George W. Bush pregonaba : Buen amigo, Buen vecino.

He terminado de leer el libro del periodista y escritor español Manu Ureste VIVIR CON EL NARCO, crónicas y retratos de un país en guerra. GRIJALBO. La lectura es fluida y se nota el estilo narrativo cuasi novelesco del autor de dos contenidos más que refieren a la llamada “estafa maestra”. El colaborador del medio digital Animal Político ha sido galardonado con el premio Ortega y Gasset, en España (2017) y el premio nacional de periodismo, en México (2018). La realidad del país en un crudo relato de anécdotas que constituyen la narrativa que hemos normalizado en canciones, artistas, películas, telenovelas y un amplio aparato disociativo de la realidad donde participan políticos, religiosos y medios de comunicación. Tal vez, si dejamos de pensar en lo que somos, un día despertaremos y como por arte de magia seremos un país menos corrupto, quizás menos sádico, pero sobre todo, menos desigual. Me quedo con la historia de una candidata en Guerrero que sobrevivió a dos atentados y condensa su experiencia en una terrible declaración al reportero de guerra para el segundo capítulo titulado “votar entre balas”: En Guerrero si tú quieres ser candidato o candidata a lo que sea, y quieres hacer campaña, lo primero que tienes que hacer es pedir permiso al narco. Si te dan permiso, entonces puedes recorrer pueblos, hacer tu propaganda y hacer campaña. Pero aunque te den permiso, tú no puedes mencionar nada de seguridad. Nada sobre violencia, inseguridad, paz, ni nada relacionado con ese tema.Requiem.

Si lo sé yo, lo sabe usted y lo sabe Donald Trump. No podemos seguir negando la realidad que hemos permitido, tolerado o ayudado a construir. Para el mundo -y sobre todo para nuestros vecinos- somos unos monstruos que sacrificamos miles de vidas al año para disputar una rebanada de ese jugoso pastel. Somos el país de los desaparecidos, de los crímenes atroces, de la exaltación de la vida del delincuente, somos una sociedad que ignora a la selección de mate atletas que regresan triunfantes de una olimpiada de matemáticas avanzadas en Singapur, pero llenamos estadios para escuchar las notas desafinadas de los juglares de la muerte.

¿Los grupos criminales dejarán libres las elecciones de los integrantes del nuevo poder judicial o no es un tema de su interés?

¿Algún día volveremos a recorrer los caminos de México sin el temor a ser despojados del patrimonio, secuestrados o asesinados por otro hermano que no respeta la filosofía del humanismo mexicano?

¿El segundo piso de la cuarta transformación incluye una estrategia para reducir los niveles de violencia y hasta pacificar el país?

Al menos una que no sea mediante operativos como el llamado “enjambre”, que dejó una cosecha de tres jefes policiacos de municipios pequeños detenidos, “un suicidado”, una alcaldesa interina, dos síndicos y un vendedor de elotes.

Ojalá y los traficantes se alejen de la mala vida con el incentivo de diez mil pesos mensuales del programa sembrando vida y los seis mil de jóvenes construyendo el futuro. Ojalá porque dudo mucho que Donald Trump sea tan paciente como nosotros, él sólo tiene cuatro años y no parece que quiera desperdiciar un solo minuto en discursos y reuniones de gabinete.

@gandhiantipatro

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