El Orálculo
Esteban Espinoza
Estas últimas semanas la Auditoría Superior del Estado ha vivido momentos desagradables, esos que nos hacen recordar la leyenda del Flautista Alemán de Hemelín, pues han circulado por los pasillos todos los ex alcaldes del Estado, no sólo de la administración pasada, algunos de otras administración que traen arrastrando una serie de anomalías que no han podido clarificar.
Que feliz sería el Flautista de Hemelín si los potosinos pudiéramos pagarle para que toque su flauta sobre la calle Vallejo de la capital del estado; vería como encantados “Las ratas” salen a seguirle al ritmo de sus notas musicales.
Ahí, en esas oficinas que improviso la ASE para que los alcaldes desahogarán sus observaciones se encontraba el ex alcalde de Rioverde, Alejandro García Martínez; quien compareció para responder por sus irregularidades en la obra pública de esté municipio; acompañado por Mónica Badillo, su ex tesorera y hoy funcionaria del Invernadero de Santa Rita, quien por cierto estaba en días y horas hábiles aplicada a maquillar las observaciones del ex patrón; también con él, Claudia Reynaga, ex síndico municipal y Víctor Konishi, ex director de Desarrollo Social.
Lejos de verse preocupado, el ex alcalde, esposo de la hoy diputada federal, Fabiola Guerrero, mostraba cinismo absoluto ante las irregularidades que le fueron observadas; y es que todo ha sido preparado para que pase la prueba sin que se le toque con el pétalo de una duda.
Alex tiene todo a su favor; una diputada federal que amaga a la autoridad para encontrar el camino de subsanar cualquier irregularidad; un presidente municipal en Rioverde (Ramón Torres), que ha aplicado muy bien aquel dicho que dice “Tapaos los unos a los otros”; pues en la actual administración nadie ha manifestado públicamente cómo recibieron las arcas municipales y en qué condiciones quedaron las obras; eso sí, en cortito todos lanzan insultos y víboras a la ex pareja presidencial por la corrupción, que según ellos, son los únicos responsables, en la pasada administración.
Aún más allá, en la comparecencia, el ex edil, contó con el apoyo de uno de sus principales colaboradores, que extrañamente hoy en día, es también uno de los principales colaboradores del actual gobierno municipal, Guillermo Alvarado Galván , quien sigue teniendo control en la obra pública del municipio desde Desarrollo Social, y quien también, sin importar que estuviera en días y horas hábiles, se la pasa defendiendo al ex edil en la ASE.
Y como si esa ayuda no le fuera suficiente en la defensa de Alex, la obra pública inconclusa, entre las que se encuentran casi todas las aulas educativas, la biblioteca cultural de San Rafael, sólo por mencionar algunas, será auditado por el cnopista, Rubén Izar Urbina, ex funcionario de la administración de Alejandro García, quien fungió como director de imagen urbana y hoy es auditor de obra de la ASE, por obra y gracia de la diputada, Martha Orta.
Así que señores, en unos días más, sin importar que tan sólo en esté municipio, en cuanto a las anomalías detectadas se violente la ley, que exista conflicto de intereses y se pasen por el arco del triunfo la Ley de Responsabilidades de los Servidores Públicos, el alcalde más odiado de este municipio podrá limpiar su nombre, y más que eso, podrá obtener esa ansiada carta de la ASE en la que lo liberen de toda responsabilidad, para así, estar listo para volver a la política, tal y como el pueblo se lo está aclamando (esto último, es sarcasmo puro). Pobre Rioverde, tan lejos de Dios y tan cerca de la complicidad.
