CIUDAD DE MÉXICO (Apro).- En los últimos dos años, el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto abandonó a la población más vulnerable del país, al privar de 9 mil 292 millones de pesos a diferentes programas administrados por la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol).
Ese recorte presupuestal, equivalente a 8.6% de las partidas de la Sedesol destinadas a los subsidios, contradice el mensaje que Peña Nieto dirigió a la nación el pasado jueves 5, tras varios días de protestas y saqueos por el gasolinazo en varias entidades: Argumentó que mantener los precios subsidiados de las gasolinas hubiera obligado a que su administración recortara los programas sociales.
Concretamente, Peña Nieto sostuvo que “mantener un precio artificial de la gasolina” equivaldría a “suspender tres años el Seguro Popular, que cuida la salud de más de 50 millones de mexicanos.” Sin embargo, no mencionó que para 2017 su administración recortó 5 mil 454 millones de pesos del presupuesto de ese programa, es decir, 9.1%.
El contexto es sumamente desfavorable a las duras medidas. Analistas y agencias de notación financiera auguran un mal año económico para México, con una tasa de inflación que puede superar 4%, el crecimiento económico reducido a 1.3 % y el valor del peso en caída frente al dólar.
Durante la primera semana del año, varias organizaciones empresariales aseguraron que los sucesivos incrementos del precio de las gasolinas jalarán al alza el transporte y los alimentos básicos.
Prevén que la situación afecte principalmente a los más vulnerables, pues de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares de 2014, los 6 millones 300 mil hogares más pobres del país gastan en promedio una quinta parte de su ingreso en transporte y en cereales, principalmente maíz.
TEMOR
Además persiste el temor por las políticas de Donald Trump cuando tome posesión como presidente de Estados Unidos, el próximo viernes 20. Durante su campaña, el republicano prometió deportar al menos a 3 millones de migrantes indocumentados, aplicar aranceles a las exportaciones mexicanas y recaudar impuestos sobre las remesas. De nuevo, los mexicanos más pobres quedarán en la primera línea de la guerra económica y política.
El gobierno mexicano no tiene cómo atenuar esos daños. El 12 de octubre pasado, al comparecer en el Senado, el titular de la Sedesol, Luis Enrique Miranda Nava, aseveró que en 2017 quedarían intactos “el programa de adultos mayores, el programa de Prospera, el programa de mujeres jóvenes o seguro de mujeres jóvenes y el programa de estancias infantiles.” Añadió: “Tenemos una buena noticia: No vamos a disminuir los gastos en desarrollo social.”
Aparte de que la Sedesol no tiene ningún programa ni “seguro de mujeres jóvenes”, Miranda torció la realidad: Después de sendos recortes en 2015 y 2016, de 8.6% y 2.3% respectivamente —y sin tomar en cuenta la inflación—, para este año la Secretaría a su cargo dispondrá de 97 mil 860 millones de pesos para subsidios.
Sin embargo, la tijera no cortó parejo. La oficina de Miranda ejercerá este año 44 millones 687 mil pesos para “Servicios Personales”, 7 millones 211 mil pesos más que el monto asignado a su predecesor, José Antonio Meade Kuribreña. Además, Miranda dispondrá de 25 millones 295 mil pesos en la partida de “otros” gastos.
El Clasificador por Objeto de Gasto para la Administración Pública Federal (COGAPF) incluye en la partida “Servicios Personales”, las remuneraciones al personal y los pagos de seguridad social, así como estímulos a los servidores públicos.
RECORTES
Entre el año pasado y el entrante, la única partida que creció en el gasto general de la Sedesol fue precisamente la de servicios personales, que para 2017 tiene 2 mil 913 millones de pesos, o sea 83 millones más que en 2016.
De acuerdo con un análisis de los presupuestos de egresos de la federación de los últimos tres años, realizado por Proceso, todos los subsidios a los programas sociales de la Sedesol sufrieron recortes este año, con excepción de los destinados a las tiendas Diconsa, al programa de abastecimiento de leche Liconsa y al Fondo Nacional para el Fomento de las Artesanías, que nominalmente conservaron sus presupuestos idénticos a los de 2016.
En contraparte, en dos años la Sedesol perdió mil millones de pesos para sus gastos de operación, por lo que sólo dispondrá de 2 mil 887 millones de pesos: 15% menos que en 2016.
En su mencionada comparecencia, Miranda omitió que para 2017 perdieron 143 millones de pesos los subsidios asignados a la coordinación nacional de Prospera, programa con 6 millones 43 mil afiliados, según el padrón disponible en la página de la secretaría.
A su vez, este año el programa de Pensión para Adultos Mayores operará con 38 mil 981 millones de pesos, pues se le retiraron 386 millones. Este monto bastaría para entregar 580 pesos cada mes a 55 mil 459 ancianos durante un año.
De igual forma, el Programa de Estancias Infantiles para Apoyar a Madres Trabajadoras perdió 41 millones 331 mil pesos en 2017, ya que el gobierno federal le asignó sólo 3 mil 864 millones de pesos.
Según el COGAPF, a diferencia de los servicios personales, los subsidios están destinados a la ciudadanía “para el desarrollo de actividades prioritarias de interés general.”