Conmovida por la presencia de sus tres hijos: César, Jorge y Ernesto, a quien le sacó unas lágrimas, Lupita D’Alessio regresó al Auditorio Nacional para agradecer a la vida por una larga trayectoria de canto.
CIUDAD DE MÉXICO, (EL UNIVERSAL).- Una silla y una mesa con agua, pañuelos desechables y flores blancas acompañaron a la cantante a su salida al escenario, a las 20:42 horas de ayer miércoles. Portando un vestido blanco con una capa transparente con arreglos rojos inició su repertorio al ritmo de “Para mañana” y “Aquí estoy yo”.
Junto a diez músicos y dos coristas sonrío al recibir el cariño de cerca de diez mil asistentes, entre los que se encontraban sus hijos viéndola desde la cuarta fila del recinto. “Gracias por estar aquí esta noche. ¿Están listos para cantar?”, saludó poco antes de seguir con “Ni guerra ni paz” y “Es un peligro”.
En las pausas, no tardaba en escucharse los gritos de “¡Lupita, Lupita!”, mientras la pantalla rectangular que tenía detrás la proyectaban con la canción que le dio un sobrenombre: “Leona dormida”.
“Ahora sí se van a parar”, expresó para darle voz a un popurrí con la idea de sumergirse en la nostalgia y que retoma de shows pasados, ya que los arreglos fueron hechos por Eugenio Toussaint. Entre los diez temas que incluyó se encontraron “Punto y coma”, “Lo siento mi amor”, “Como tú”, “Ya no regreso contigo”, “Juro que nunca volveré” y “La diferencia”.
El júbilo y los aplausos la rodearon en cada oportunidad, los pasos de baile no se quedaron en el cajón y varias veces puso a su público de pie.
Ella hacía ovaciones, extendía los brazos en agradecimiento y escuchaba gustosa las muestras de cariño que se le brindaban tras “Inocente pobre amiga” o “De parte de quién”.
“Hoy es una noche especial para mí. Primero por tenerlos a todos aquí, gracias por su cariño, su fidelidad; esta música es de ustedes con mi particular estilo de cantar. Esta canción ya la canté, pero tiene una historia. Un día fui a Veracruz y recibí a Dios; me tocó una habitación frente al mar y entró una ráfaga de viento, ahí comprendí que tenía una relación íntima con él. Recuerdo que cante a capela esta canción y siento que tomó sentido la letra”.
Así llegó el turno de “Amor” y una recta final del concierto donde dejó para cerrar algunos de sus más grandes éxitos. La teatralidad de su interpretación la inundó en “Ese hombre”, “Acaríciame”.
“Quiero agradecer la oportunidad de estar acá, pese al tiempo, pese a los años, a pesar de los nietos, de que uno va teniendo más edad y ustedes siguen viniendo.
“Como dije es una noche especial porque, no sé si deba decirlo ya que a ellos no les gusta mucho, pero tengo que presumir que difícilmente se puede dar que los tres estén juntos conmigo. Esta noche son mis tesoros, mis amores, mis hijos que a pesar de todo, y lo digo abiertamente, son unos hombres enteros, cabales y han aguantado vara muchos años”, indicó con la mano en el corazón mientras los tres fueron iluminados mientras se pusieron de pie.
Para Lupita la familia es un pilar fundamental y dio las gracias a sus nietas por estar ahí. A todo su equipo y a su disquera, prometiendo a los asistentes que pronto vendrán cosas interesantes de su parte.
A las mujeres dedicó la conmovedora “Mudanzas” y a las 22:17 horas fue “Mentiras” la encargada de cerrar, cuando D’Alessio desapareció lentamente de entre las escaleras que se instalaron como parte de su producción.
Junto a diez músicos y dos coristas sonrío al recibir el cariño de cerca de diez mil asistentes, entre los que se encontraban sus hijos viéndola desde la cuarta fila del recinto. “Gracias por estar aquí esta noche. ¿Están listos para cantar?”, saludó poco antes de seguir con “Ni guerra ni paz” y “Es un peligro”.
En las pausas, no tardaba en escucharse los gritos de “¡Lupita, Lupita!”, mientras la pantalla rectangular que tenía detrás la proyectaban con la canción que le dio un sobrenombre: “Leona dormida”.
“Ahora sí se van a parar”, expresó para darle voz a un popurrí con la idea de sumergirse en la nostalgia y que retoma de shows pasados, ya que los arreglos fueron hechos por Eugenio Toussaint. Entre los diez temas que incluyó se encontraron “Punto y coma”, “Lo siento mi amor”, “Como tú”, “Ya no regreso contigo”, “Juro que nunca volveré” y “La diferencia”.
El júbilo y los aplausos la rodearon en cada oportunidad, los pasos de baile no se quedaron en el cajón y varias veces puso a su público de pie.
Ella hacía ovaciones, extendía los brazos en agradecimiento y escuchaba gustosa las muestras de cariño que se le brindaban tras “Inocente pobre amiga” o “De parte de quién”.
“Hoy es una noche especial para mí. Primero por tenerlos a todos aquí, gracias por su cariño, su fidelidad; esta música es de ustedes con mi particular estilo de cantar. Esta canción ya la canté, pero tiene una historia. Un día fui a Veracruz y recibí a Dios; me tocó una habitación frente al mar y entró una ráfaga de viento, ahí comprendí que tenía una relación íntima con él. Recuerdo que cante a capela esta canción y siento que tomó sentido la letra”.
Así llegó el turno de “Amor” y una recta final del concierto donde dejó para cerrar algunos de sus más grandes éxitos. La teatralidad de su interpretación la inundó en “Ese hombre”, “Acaríciame”.
“Quiero agradecer la oportunidad de estar acá, pese al tiempo, pese a los años, a pesar de los nietos, de que uno va teniendo más edad y ustedes siguen viniendo.
“Como dije es una noche especial porque, no sé si deba decirlo ya que a ellos no les gusta mucho, pero tengo que presumir que difícilmente se puede dar que los tres estén juntos conmigo. Esta noche son mis tesoros, mis amores, mis hijos que a pesar de todo, y lo digo abiertamente, son unos hombres enteros, cabales y han aguantado vara muchos años”, indicó con la mano en el corazón mientras los tres fueron iluminados mientras se pusieron de pie.
Para Lupita la familia es un pilar fundamental y dio las gracias a sus nietas por estar ahí. A todo su equipo y a su disquera, prometiendo a los asistentes que pronto vendrán cosas interesantes de su parte.
A las mujeres dedicó la conmovedora “Mudanzas” y a las 22:17 horas fue “Mentiras” la encargada de cerrar, cuando D’Alessio desapareció lentamente de entre las escaleras que se instalaron como parte de su producción.
Escrito por AGENCIAS