Esteban Espinoza / SLP
A consecuencia de las constantes variaciones del cambio climático que influyen en los determinantes sociales y medioambientales de la salud, la Secretaría de Salud a través de sus siete Jurisdicciones Sanitarias proporcionarán y difundirán información sobre las amenazas que plantea el cambio climático para la salud humana.
El cambio climático es producido por una concentración de gases de efecto invernadero (GEI) en la atmósfera, ya sea por procesos naturales o por actividades del ser humano que provocan una mayor retención de calor en el planeta, dando como resultado un aumento de la temperatura global a lo largo del tiempo.
La vulnerabilidad de la población ante las condiciones naturales está determinada por su ubicación geográfica, su ecosistema, sus insumos, el nivel de economía, alimentación y agua, así como las condiciones y acceso a la infraestructura y servicios de salud; por ello el cambio climático puede amenazar los avances de la salud pública contra diversas enfermedades transmisibles y crónicas degenerativas.
Los efectos principales que provoca son: aumento de temperatura del ambiente, cambios en la precipitación e incremento de fenómenos hidrometeorológicos como tormentas eléctricas, ciclones, huracanes, frentes fríos, heladas, granizadas, nevadas y vientos fuertes.
Dentro de la población más vulnerable ante estas situaciones se encuentran la población infantil, las personas adultas mayores, la población de alta y muy alta marginación, así como las poblaciones aisladas y costeras.
Con estos cambios climáticos la salud poblacional se ve afectada en su salud con: enfermedades respiratorias, diarreas, insolación, alergias, dengue (enfermedades trasmitidas por vector), desnutrición, estrés y enfermedades mentales, enfermedades cardiovasculares, enfermedades de la piel incluyendo cáncer, ahogamientos, lesiones físicas e inclusive la muerte.
Por lo que la Secretaría de Salud emite algunas acciones de mejoramiento ante el cambio climático como:
• Promover la protección de bosques y áreas naturales.
• Fomentar la recolección y uso de agua pluvial
• Promover áreas verdes y áreas seguras para caminar
• Promover uso de transportes no motorizados (bicicletas) y de vehículos con combustible que no dañan el medio ambiente.
• Elaboración y puesta en práctica de planes de emergencia ante fenómenos hidrometeorológicos (comunidades en acción, esquema de aseguramiento por daños causados ante desastres).
• Reubicar actividades económicas y asentamientos humanos.
• Impulsar acciones municipales que fomenten la participación activa e incluyente de los ciudadanos en cuanto a cambio climático (ferias, campañas educativas y de información pública del cambio climático; reducción, reutilización y reciclaje de residuos como la separación de basura; así como llevar a cabo talleres de uso eficiente del agua, gas, energía eléctrica, compostaje y huertos de traspatio y de azotea).