“Debido al un incremento en la población de adultos mayores en nuestro país se ha registrado un incremento sustancial en los casos de Depresión en el Adulto Mayor, así como en la prevalencia de enfermedades crónico degenerativas dado los múltiples estresores psicosociales de nuestra sociedad”, señaló la Dra. Elisa Hernández Carranza, Médico Psiquiatra de la Clínica Dr. Everardo Neumann Peña.
“Algunas señales específicas de las que debemos estar atentos para así poder percibir si nuestros familiares padecen depresión son la presencia de tristeza, el aislamiento, síntomas físicos como dolor crónico y fatiga, disminución de la autoestima, irritabilidad, pérdida de placer por aquello que anteriormente provocaba satisfacción y trastornos en el apetito y/o en el sueño”, agregó.
La psiquiatra subrayó que la depresión genera habitualmente apatía y dificultad para tomar decisiones, lo que ocasiona una disminución en la calidad de vida: “Estas actitudes se mantienen por lo menos durante dos semanas y producen un malestar significativo que altera el nivel de funcionalidad. La depresión se puede desarrollar a lo largo de cualquier etapa de la vida, aunque es cierto que debido a algunos factores característicos del envejecimiento, el adulto mayor puede padecer este trastorno con cierta regularidad”.
“En el Adulto Mayor la depresión como tal no es una enfermedad rara, aunque sí es muy frecuente y en ocasiones viene traslapada detrás de enfermedades muy particulares de carácter neurológico y somático; incluso hay ocasiones en que el adulto mayor acude a consulta por dolores y otras molestias en donde no se les encuentra absolutamente nada y es importante tomarlo en cuenta y como familiares mantenernos al pendiente, ya que estos síntomas nos están ya hablando del inicio de una enfermedad o de un estado de depresión mayor”, puntualizó.
Elisa Hernández Carranza comentó además que durante el envejecimiento pueden surgir una serie de pensamientos y emociones de carácter negativo y que por ende disminuyen la autoestima, generan un aumento de la inseguridad, causan una sensación de impotencia, provocan pérdida de control sobre su entorno, ausencia o escasez de motivación vital, una sensación de declive o de vivencias de inutilidad, así como temor a circunstancias vitales no deseadas y desagradables como por ejemplo la aparición de una enfermedad grave o abandono.
“Es común que durante este tiempo, el adulto mayor experimente algunas circunstancias conocidas como acontecimientos vitales estresantes que hacen referencia a aquellos sucesos relevantes en la vida de una persona, lo que les producen estrés y, -en la mayoría de las ocasiones-, les crean la necesidad de readaptación, sobre todo ante la pérdida de seres queridos, la falta de apoyo social, la presencia de alguna lesión o enfermedad personal, la jubilación, etcétera; pero si detectamos oportunamente estas situaciones y de inmediato acudimos a que el adulto mayor reciba atención de un especialista en salud mental, lograremos atender el padecimiento en su etapa temprana y sin esperar a que la persona esté en una situación mucho más grave”, agregó la Dra. Elisa Hernández Carranza, Médico Psiquiatra de la Clínica Dr. Everardo Neumann Peña.
Finalmente, la psiquiatra pidió a la población potosina estar atenta de cualquiera de los síntomas que pudieran estar presentando nuestros familiares en edad adulta, ya que es importante detectarla a tiempo, pues uno de los riesgos a los que se enfrentan los pacientes es el intento de daño o el daño que pudiera hacer hacia su persona, ya que los adultos mayores son una de las poblaciones más vulnerables conjuntamente con los adolescentes, por lo que recordó que se puede acudir a recibir atención u orientación a las instalaciones de la Clínica Psiquiátrica Dr. Everardo Neumann Peña, misma que se encuentra ubicada en Carretera a Matehuala Km. 8.5, Soledad de Graciano Sánchez.