* Sus familias trabajan en los jornales de huertas e invernaderos para sobrevivir.
* Sacrifican a sus hijos que no reciben educación y se violentan sus derechos humanos.
Por Esteban Espinoza
Especial /zonapotosina
Ciudad Fernández SLP
Más de 150 niños indígenas de la sierra Mixteca de Guerrero colonizan comunidades del municipio de Ciudad Fernández, sus padres han dejado sus hogares para huir de la inseguridad y la falta de oportunidades a campos potosinos, lo que les permite asegurar el sustento diario de sus familias.
A pesar de que la institución de estadística y del trabajo federal dicen lo contrario, las más de 80 familias de indígenas Mixtecos que se encuentran distribuidos en ranchos agrícolas de la zona media y en particular en el municipio de Ciudad Fernández, han encontrado el cobijo entre la población que les brinda la seguridad que tanta falta hace en sus lugares de origen.
Los menores son originarios de la sierra de Tlapa de Comonfort, Guerrero llegaron a suelo potosino con sus padres desde hace más de un año, dejando atrás lo poco que tenían y albergando la esperanza de mejorar su calidad de vida.
Sus familias encontraron la posibilidad de salir de sus pueblos mediante contratos de trabajo en ranchos hortícolas e invernaderos de la Ribera donde les ofrecen lo básico para subsistir.
Los lugares de su ubicación están en: colonia agrícola 20 de Noviembre , barrio de Guadalupe, Cruz del Mezquite y San Pablo.
La movilidad de las familias a traído consigo problemas como: la falta de educación básica para las niñas y niños que no tienen la oportunidad de acudir a la escuela; enfrentan además cuadros graves de desnutrición por la mala alimentación, conjuntivitis por el contacto con la tierra y han creado parásitos.
La mayoría de estas familias viven en predios prestados o huertas donde les permiten establecerse por periodos cortos, en las cuales realizan actividades propias del campo para poder generar dinero y sostener a tres o cuatro integrantes de una familia.
A pesar de sus problemas, sus padres considera que haber salido de la sierra de Guerrero es una bendición, ya que los problemas de inseguridad ligados al narcotráfico, discriminación, los tenían preocupados y atemorizados; aunado a la falta de trabajo que les complicaba conseguir alimentos.
En la mayoría de estos ranchos se cuenta con las condiciones básicas según datos del sistema DIF estatal y de la procuraduría de la defensa de niñas y niños y adolescentes; quienes aseguran que se tienen visitas periódicas a los lugares de trabajo; no se cuenta con un censo real porque su movilidad es por temporadas y tampoco se tiene hasta el momento alguna denuncia de maltrato; recordando que hace un par de años se sancionaron a los propietarios de los ranchos, de Villa de Arista donde se presentó violación a los derechos humanos, los cuales ahora son vigilados por la dependencia federal.
Por su parte la secretaría de educación del gobierno del estado a través de la URSE reconoció que no se tiene la aplicación de programas ya establecidos como 🙁 niños migrantes acompañados )y solo se aplica en comunidades de la zona cañeras del Naranjo y municipios huastecos donde se tiene el dato de menores que son apoyados en su educación.
El pasado 30 de Abril un grupo de paisanos a través de familiares y personas altruistas llevaron la alegría a los niños a quienes se les entregaron juguetes, calzado, ropa, leche en polvo y despensa a las familias mixtecas creando el compromiso de seguir apoyando esta labor y gestionar ante las autoridades los servicios de salud y atención básica.
Sin embargo el número de menores sigue en aumento y las familias se enfrentan a problemas de comunicación, al hablar su lengua madre y utilizar poco el español, lo que ha generado el abuso y discriminación de algunas personas, por lo que es urgente que las dependencias hagan algo al respecto y garanticen el respeto a sus derechos fundamentales.