Una pieza fundamental en el funcionamiento del nuevo gobierno federal
“Los procesos productivos de Pemex requieren de un consumo intensivo de energía eléctrica y de vapor; sin embargo, los equipos actuales de generación de vapor y energía eléctrica son ineficientes y se encuentran al final de su vida útil”, establece la memoria documental del proceso de liquidación de Pemex Cogeneración, firmado por Buenrostro en medio del plan de ajuste presupuestal de Pemex en 2017.
Pocos cuestionaban sus decisiones. La orden a los auditores llegó desde la oficina de González Anaya: “Con ella no se metan”, dijo un funcionario de las áreas de auditoría y control de la empresa productiva del Estado.
En 2015 Buenrostro fue nombrada directora de Planeación y Desarrollo para darle viabilidad a Pemex Cogeneración, pero no lo logró y en 2018 concluyó su liquidación.
El acercamiento a AMLO
Desde el equipo de González Anaya, Buenrostro conoció las entrañas de las empresas privadas de Pemex, como PMI Comercio Internacional y DII Pemex Desarrollo e Inversión Inmobiliaria, la entidad que compró de manera urgente, sin licitación, en diciembre pasado los 612 autotanques que el presidente López Obrador decidió adquirir por la contingencia generada por la estrategia de combate al robo de combustibles. Con una inversión cercana a 100 millones de dólares, según información de Pemex, los autotanques llegaron en febrero, casi dos meses después. Un crédito entre PMI y DII hizo posible la compra de los equipos que necesitaba el mandatario.
Así Buenrostro, conocedora de los entretelones de PMI y las sociedades privadas de Pemex, se colocó desde el principio como una colaboradora estratégica del nuevo gobierno federal.
Actual titular de la Oficialía Mayor de la SHCP, Buenrostro egresó de la maestría en economía del CIDE y se graduó en 1995 en la UNAM como licenciada en matemáticas con la tesis Acerca del Teorema Miller-Teply, una teoría sobre la conformación de anillos y sistemas algebraicos. Su asesor fue el destacado investigador Francisco Federico Raggi Cárdenas.
En el Colegio de México se graduó como maestra en economía, igual que en generaciones previas lo hicieron el subsecretario de Hacienda Arturo Herrera y el subgobernador del Banco de México Gerardo Esquivel. Su profesor en ese centro de estudios fue Urzúa. Ella decidió no realizar su doctorado en el extranjero y, en cambio, obtuvo experiencia en la administración pública, incluido su acercamiento con el grupo de López Obrador cuando éste gobernó la Ciudad de México.
Más cargos fundamentales
En el año 2000, cuando Urzúa llegó a la Secretaría de Finanzas capitalina, Buenrostro se convirtió en directora de Política Fiscal e impulsó medidas para incrementar la recaudación en el impuesto predial y para realizar licitaciones de bienes consolidados.
Al concluir el gobierno de López Obrador en la Ciudad de México se integró, sin problema, a dependencias y entidades del gobierno federal en las administraciones del PRI y el PAN. Ocupó puestos de nivel medio, como la Dirección General de Innovación y Calidad, de la SEP, y la Dirección de Administración de la Secretaría de Turismo, donde conoció la operación del Consejo de Promoción Turística de México (CPTM), que también está en proceso de liquidación.
Los recursos del fideicomiso que permitían sostener la operación del CPTM ahora se dirigen al financiamiento del Tren Maya, otro de los proyectos clave del gobierno de López Obrador.
Ahora la funcionaria gestiona concursos y licitaciones públicas del gobierno federal por más de 1 billón de pesos, según el Presupuesto de Egresos 2019.
El caos de los medicamentos
López Obrador ha dicho en sus conferencias mañaneras que la política pone orden al caos. Sin embargo, en la Oficialía Mayor de Hacienda comienza a imperar el caos respecto a una de las compras consolidadas de gobierno más importante: la de medicamentos.
“Le estamos pidiendo a la oficial mayor mucha reflexión sobre el tema de los medicamentos porque estamos muy preocupados”, dijo en una entrevista el presidente de la Confederación de Cámaras Industriales, Francisco Cervantes, quien ocupa un asiento en el Consejo Técnico del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
La preocupación por estos retrasos en las licitaciones de medicamentos ya trascendió a la ONU, que a través de la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS) colabora con asesoría técnica para el gobierno mexicano en la transformación de su sistema de compras.
En una reunión con funcionarios de la Secretaría de Salud y el IMSS, el miércoles 15, representantes de la UNOPS expresaron su desconcierto porque la licitación para la compra consolidada de medicamentos en el sector salud no avanza.
Más aún, ante funcionarios del IMSS y Salud, los representantes de la UNOPS, bajo la dirección de Fabrizio Feliciani, comentaron su inquietud al confirmar que el equipo de Buenrostro, además de exhibir una gran cantidad de trabajo, tenía poca experiencia para conducir una licitación internacional de compras consolidadas como la que necesita el sector salud, de acuerdo con una versión obtenida por Proceso.
Raquel Buenrostro dijo, sin embargo, que un cambio en este proceso de licitación —que se realizará por primera vez en un segundo semestre y no en el primer trimestre del año como se había realizado desde 2013— es la celebración de convenios con entidades federativas para que participen junto con el gobierno federal y se sumen a la compra consolidada de fármacos.
“A la fecha y para el siguiente proceso de licitación, hay 22 entidades federativas que se quisieron adherir. De esa manera ya tenemos un volumen considerable para hacer una licitación durante el segundo semestre. Esta es la primera vez, en muchísimos años, en varias administraciones, que se hace una compra consolidada a mitad del ejercicio para el mismo ejercicio, antes no se hacía. Entonces, ese sí es un cambio muy importante”.
Además, como en el caso de los antirretrovirales, adelantó que se modificarán los criterios para comprar fármacos porque ya no será el precio sino el tratamiento. Entonces, las autoridades responsables de las compras públicas analizarán junto con expertos en temas de salud cuáles son los mejores tratamientos para comprar en función sólo del costo.
“Se compraban muchos medicamentos que no eran los mejores. Se consideró la participación de médicos y científicos que conozcan los tratamientos de vanguardia para mejorar los tratamientos pero que no se les había dado el certificado de Cofepris, que era otra manera de corrupción”, dijo la funcionaria.
Raquel Buenrostro defendió hoy las acciones que durante los últimos seis meses se han tomado en las adquisiciones del gobierno federal. Citó, por ejemplo, las compras de medicamentos antirretrovirales en los cuales se logró un ahorro de 57 por ciento en relación con el año pasado.
“En tan sólo un medicamento tuvo un ahorro de 70 por ciento”, dijo la funcionaria.
En total, el ahorro en la compra de retrovirales fue de mil 700 millones de pesos. México se ubica entre los países que compran los tratamientos antirretrovirales más caros a nivel mundial.
612
autotanques
adquirió sin licitación para hacer frente al ‘huachicoleo’.
1,700
millones
de pesos se ahorraron en medicamentos retrovirales.
100
Millones
de dólares se dedicaron a la operación.