La vacuna contra el COVID-19 es un plato de mole con guajolote, dijo en días pasados el gobernador
PUEBLA. “La vacuna contra el coronavirus es un plato de mole de guajolote”, dijo el gobernador Miguel Barbosa hace unos días en Ajalpan, una broma sobre la cura para el COVID-19 que generó risas entre los asistentes a un acto oficial.
El mandatario estatal y el presidente municipal, Ignacio Salvador Hernández, encabezaron la inauguración de la construcción de un pozo de agua potable y la rehabilitación de un centro deportivo, que representaron inversión de casi 13 millones de pesos.
La declaración del mandatario se hizo durante la gira de trabajo realizada el pasado 14 de marzo, en la que, en entrevista, también criticó de protagonismo a la alcaldesa de Puebla, Claudia Rivera Vivanco, por anunciar medidas para prevenir contagios por COVID-19.
El gobierno va a funcionar, no va a parar el gobierno. Cuando llegue a parar el gobierno el que lo va a anunciar soy yo, ¿de acuerdo? No va a ser ninguna presidenta municipal ni un secretario de Educación federal, soy yo, entiéndanme. Tres personas solamente podrán hablar de este tema: gobernador, secretario de Salud y secretario de Gobernación, ¿está claro verdad?”, refirió.
Este comentario se suma a la frase que el pasado miércoles puso al gobernador en casi todos los medios de comunicación, respecto a que los pobres son inmunes al coronavirus.
Si ustedes son ricos tienen el riesgo; si ustedes son pobres, no. Los pobres estamos inmunes, ¿sale?”, dijo al contestar una pregunta sobre la pandemia del COVID-19, aunque el gobernador no es pobre.
Ya antes Barbosa Huerta provocó una polémica cuando aseguró, en octubre del año pasado, que él ya había ganado la gubernatura de Puebla, pero Martha Erika Alonso y Rafael Moreno Valle “me la robaron, pero Dios los castigó”, lo que le ganó diversas críticas, dado que ambos panistas murieron mientras viajaban en un helicóptero privado.