El Universal
Las únicas excepciones para permitir el ingreso a la comunidad es a proveedores de Diconsa, que surten de insumos a la tienda comunitaria, y a los distribuidores de gas “bajo estrictas medidas sanitarias”. En lo que respecta al personal médico del hospital, un segundo oficio señala que sólo se permitirá el acceso aquellos que salieron de Villa Alta “sin tener conocimiento del cierre de los accesos a partir de hoy”.
Ante dicha prohibición 10 integrantes del personal médico denunciaron que temen por su integridad física y señalaron directamente al edil Claudio Pacheco de retenerlos por la fuerza, por lo que pidieron la intervención de las autoridades. En un documento el personal médico explica que este miércoles, pasadas las 22:40 horas, las autoridades municipales informaron que a partir de este jueves se cerrarían todos los accesos a la comunidad como medida de prevención ante la pandemia. Ante dicho anuncio, los médicos y enfermeras del hospital explicaron que al no ser oriundos de la comunidad, la prohibición les impedirá entrar y salir de Villa Alta y pidieron a las autoridades que informen al ayuntamiento que no puede prohibir la entrada y salida del personal médico, pues con ello se está “violando el derecho constitucional al libre tránsito”.
Explicaron que cuando se dirigían a expresar esta situación a su representante sindical, fueron abordados por policías comunitarios, quienes los amenazaron con meterlos presos. “De una manera prepotente y casi amenazante, casi llegando a la agresión física, nos dijeron que no debíamos andar en la calle porque hay toque de queda y que si no obedecíamos las indicaciones de la comunidad, nos iban a sancionar privándonos de la libertad”, dice el testimonio de los médicos.
Explicaron que la intervención de una mujer del pueblo la que evitó que fueran agredidos en ese momento, por lo que responsabilizado al edil Claudio Pacheco y a su Cabildo de “cualquier situación violenta contra nuestra persona o nuestros bienes, durante la estancia o traslado a la comunidad”. Pero el personal no sólo denuncia que se les prohíbe salir y volver a entrar a la población, si no que su estancia en la misma tampoco es segura pues han sido víctimas de tratos discriminatorios.
Denunciaron que han sufrido un trato despectivo por parte de los habitantes de la comunidad desde que inició la pandemia, pues los pobladores piensan que están contagiados, e incluso señalan que se les han negado productos básicos para la alimentación y aseo. Además señalaron el caso de la doctora Tanya Ruiz Méndez, a quien desalojaron del cuarto que rentaba, acusándola de estar contagiada del virus y “ser un foco de infección dentro de la comunidad”. Además, otra doctora, Janet Asunción Gómez Alvarado, ha sido agredida en la comunidad por ser personal de Salud y por viajar constantemente fuera de Villa Alta. Mientras que al doctor Joaquín Ruiz Ordaz se le ha negado la venta de productos básicos y de primera necesidad. Ante dicho trato y las restricciones de acceso, el personal médico aseguró: “tenemos por nuestra seguridad e integridad física al momento de viajar”.