La economía no resiste más y en plena subida de contagios, el lunes reabrieron los comercios en gran parte del país, principalmente en los 16 estados ubicados en color naranja en el semáforo de riesgo que implementó el gobierno federal.
En Guadalajara, prácticamente todos los negocios reanudaron sus actividades, según las autoridades estatales, lo que implicó reactivar 80% de los empleos.
En Santa Teresita, uno de los cuatro corredores comerciales más importantes de la capital jalisciense, sólo algunos locales permanecen cerrados y con letreros que anuncian la muerte de un negocio: “Se renta”; son parte de los más de 10 mil locales que no resistieron las medidas de confinamiento.
Vuelve ‘normalidad’
Las disposiciones sanitarias y el aislamiento, impuesto desde el pasado 20 de abril, ahora son sólo recomendaciones y las autoridades apuestan por la “responsabilidad individual” para que el virus no se propague más.
Para Adrián, un comerciante de la zona, no había de otra: “O nos morimos del virus o de hambre”, y hace resonar las palabras del gobernador Enrique Alfaro: “Tendremos que aprender a convivir con riesgo”.
Las medidas de prevención parecen estrictas: a las plazas comerciales sólo puede ingresar una persona por familia y suspenderán actividades sábados y domingos; en los corredores comerciales, las tiendas sólo pueden recibir a una persona por cada siete metros cuadrados y deben instalar arcos de desinfección, vigilancia y circulación en un solo sentido. Los hoteles sólo pueden tener ocupación de 25%, al igual que los gimnasios, los clubes deportivos y las iglesias.