Esteban Espinoza / Ríoverde
En el Jardín de Niños Niños Héroes, las maestras se dedican a mucho más que solo enseñar; ellas entregan su corazón en cada lección, creando un ambiente lleno de amor, comprensión y compromiso. Así lo expresan las educadoras del plantel, quienes día a día contribuyen al desarrollo integral de los pequeños bajo los principios de la Nueva Escuela Mexicana.
Erika del Consuelo Tovar García, directora del jardín, señala la importancia de una educación completa, que no solo abarca áreas académicas, sino también actividades formativas como educación física, música y lectura. “Trabajamos en crear un espacio donde los niños puedan crecer felices, donde aprendan de manera integral y se sientan motivados a explorar el mundo que los rodea”, menciona Tovar, destacando la incorporación de los padres de familia como aliados en este proceso educativo.
Sandra González Juárez, educadora, enfatiza el impacto positivo del involucramiento de los padres en el aprendizaje. “Este año, hemos trabajado mano a mano con las familias para lograr que los niños sean más participativos y dinámicos. Los padres han sido una pieza clave, apoyando en cada proyecto y tarea”, comenta Sandra, quien ve con satisfacción cómo la comunidad escolar se fortalece a través de este trabajo colaborativo.
Yesenia Vila Delgado, quien imparte segundo grado, reflexiona sobre los retos que enfrentaron después de la pandemia y cómo el proceso de adaptación ha sido gratificante. “Hemos vuelto a la normalidad, y eso nos llena de alegría. Conocemos a los niños y sus contextos, lo que nos permite guiarlos de manera más efectiva en su aprendizaje. Este ciclo escolar lo comenzamos con entusiasmo, sabiendo que el futuro es prometedor”, asegura Vila.
Para Guadalupe Banda Ayala, educadora de tercer grado, la conexión emocional con sus alumnos es esencial. “Cada año es una experiencia nueva y emocionante. Los recibimos con alegría, y ver cómo se adaptan rápidamente nos motiva a seguir poniendo todo nuestro empeño en cada actividad”, explica. Y Destaca que este ciclo escolar ha comenzado con niños más tranquilos y adaptados, lo que ha facilitado su trabajo.
Morelia Hernández, quien tiene a su cargo el grupo de primer año, trabaja con los alumnos más pequeños del jardín, un reto que enfrenta con dedicación y ternura. “Es un proceso de adaptación lleno de emociones. Algunos niños lloran al despedirse de sus padres, pero poco a poco van encontrando seguridad en su nuevo entorno. Nos esforzamos por darles el cariño y la atención que necesitan para sentirse cómodos”, comenta al resaltar el papel del preescolar en la formación emocional de los niños.
Dancina Contreras, educadora de tercer grado, integra la enseñanza del reciclaje y el cuidado del medio ambiente en sus lecciones, buscando sembrar una conciencia ecológica en los pequeños. “Es fundamental que desde temprana edad los niños entiendan la importancia de cuidar nuestro planeta. A través de proyectos de reciclaje, los motivamos a ser responsables y conscientes de su entorno”, menciona.
En el Jardín de Niños “Niños Héroes”, la pasión por enseñar y el profundo compromiso con cada niño son evidentes en cada acción de las maestras. Ellas no solo forman estudiantes, sino que también cultivan valores, afectos y una visión del futuro en el que cada niño tiene un papel importante que desempeñar.