CIUDAD DE MÉXICO .- El Día sin Nosotras tiene su primer antecedente en Islandia, en 1975. Ese año, en octubre, 90% de islandesas decidió no acudir a trabajar, ni encargarse de las labores del hogar, ni llevar a los hijos a la escuela. Fue “El Día Libre de las Mujeres”. No fue sólo un paro, sino una marcha.
Fue sólo el principio de una lucha que cinco años después ya había rendido frutos, con la elección de la primera mujer presidenta del país. Hoy, las mujeres en Islandia son de las que se encuentran en mejor situación a nivel global, de acuerdo con el Instituto para la Paz de Oslo.
Polonia vivió su propio paro de mujeres, en 2016, con una lucha muy específica: el no a la penalización del aborto. Miles de mujeres se ausentaron, en rechazo de un proyecto de ley que buscaba prohibir la interrupción del embarazo en cualquier caso, y penalizarlo con hasta cinco años de prisión. Gracias a la presión, la iniciativa no pasó en el Parlamento.
Desde 2017 se registra a nivel internacional el llamado “Día Sin Mujeres”. Surgió en Estados Unidos como una manera de protestar contra los discursos misóginos del presidente Donald Trump y sus políticas conservadoras.
Lo organizaron básicamente dos grupos: la Marcha de Mujeres de 2017 y el movimiento International Women’s Strike, o Huelga Internacional de Mujeres. La iniciativa se replicó en 400 ciudades de 50 países. Este año, por primera vez, México realiza un paro.