Querétaro, Qro. – En una operación coordinada que abarcó tres estados, las autoridades federales asestaron un duro golpe al crimen organizado con la detención de José Francisco “N”, alias “Alfa 1”, líder de la célula de “Los Escorpiones” del Cartel del Golfo y principal sospechoso de la masacre ocurrida en el bar “Los Cantaritos” de Querétaro, donde diez personas perdieron la vida.
El anuncio fue realizado por el secretario de Seguridad Federal, Omar García Harfuch, quien detalló que la captura de “Alfa 1” se produjo como resultado de seis operaciones simultáneas llevadas a cabo en los estados de Querétaro, Guanajuato y Yucatán. La magnitud del operativo evidencia la importancia del objetivo y la complejidad de la investigación.
En estas acciones participaron elementos de Defensamx, Secretaría de Marina, Fiscalía General de la República, Guardia Nacional, Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana y el Centro Nacional de Inteligencia, demostrando la coordinación interinstitucional para combatir la delincuencia organizada.
Además de “Alfa 1”, las autoridades detuvieron a ocho individuos más, presuntos integrantes del mismo grupo delictivo, incluyendo a Sandra “N”, alias “La Patrona”, identificada como enlace operativo y líder de célula, vinculada con la compra y venta de droga.
Un historial de violencia y delitos:
De acuerdo con la información proporcionada por las autoridades, el grupo delictivo liderado por “Alfa 1” está vinculado con una amplia gama de actividades ilícitas, que incluyen:
- Delincuencia organizada: Su pertenencia al Cartel del Golfo y sus nexos con el Cartel Santa Rosa de Lima evidencian su participación en la estructura del crimen organizado en México.
- Secuestro: La práctica del secuestro como fuente de ingresos, generando temor y zozobra en la población.
- Robo de hidrocarburo: El robo de combustible, conocido como “huachicol”, una actividad que genera importantes pérdidas económicas para el país.
- Venta de droga: La distribución y comercialización de estupefacientes, alimentando la violencia y la adicción.
- Ataques armados: El uso de la violencia como herramienta para intimidar a rivales y autoridades.
- Homicidios: La ejecución de personas, incluyendo la masacre en el bar “Los Cantaritos”, la cual conmocionó a la sociedad queretana.
Los Cantaritos: Un punto de inflexión
La masacre en el bar “Los Cantaritos” se convirtió en un punto de inflexión en la lucha contra la delincuencia en Querétaro. El ataque, perpetrado con saña y crueldad, evidenció la presencia y el poderío de las organizaciones criminales en la entidad. La detención de “Alfa 1”, considerado el autor intelectual y material de la masacre, representa un paso importante para llevar justicia a las víctimas y enviar un mensaje claro a los grupos delictivos: la impunidad no será tolerada.
Nexos Peligrosos: La conexión con el Cartel Santa Rosa de Lima
La vinculación de “Alfa 1” y su grupo con el Cartel Santa Rosa de Lima, una organización criminal con fuerte presencia en el estado de Guanajuato, plantea interrogantes sobre la expansión de esta célula y la posible colaboración entre grupos delictivos. Las autoridades deberán investigar a fondo estos nexos para desarticular por completo la estructura criminal y prevenir futuros actos de violencia.
Reconocimiento al Gobierno de Querétaro:
El secretario García Harfuch agradeció el apoyo del gobierno de Querétaro a través de POES Querétaro, resaltando la importancia de la colaboración entre las autoridades federales y estatales para combatir la delincuencia organizada.
El futuro de la investigación:
La detención de “Alfa 1” y sus cómplices es solo el comienzo de un proceso judicial que se espera sea largo y complejo. Las autoridades deberán recabar pruebas sólidas para garantizar que los detenidos sean juzgados y sentenciados por sus crímenes. Asimismo, es fundamental continuar con las investigaciones para identificar y capturar a otros miembros de la organización criminal, así como para desmantelar sus redes de financiamiento y operación.
La caída de “Alfa 1” representa un golpe significativo al Cartel del Golfo y sus operaciones en la región. Sin embargo, la lucha contra la delincuencia organizada es un desafío constante que requiere de la coordinación de todos los niveles de gobierno y la participación activa de la sociedad. La justicia para las víctimas de “Los Cantaritos” y la seguridad de los ciudadanos de Querétaro dependen de ello.