CIUDAD DE MEXICO (Apro).- Un sargento del Ejército estadounidense se declaró culpable de haber pretendido canalizar decenas de rifles de asalto a un grupo del narcotráfico mexicano en 2015 y de haber organizado a otros soldados para ayudarle a comprar armas.
El sargento Julián Prezas, de 36 años, se declaró culpable esta semana de un total de cinco cargos en dos acusaciones separadas por mentir sobre posesión y tráfico de armas de fuego federales y por intentar exportar artículos de defensa a México.
Prezas, quien laboraba como reclutador del Ejército estadounidense en San Antonio, Texas, reconoció la adquisición de 42 pistolas, 23 de las cuales fueron confiscadas por las autoridades durante la investigación.
Sin embargo, un coacusado que se convirtió en un informante para agentes de la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos dijo que Prezas le vendió hasta 74 armas, incluyendo entre 50 y 60 AK-47 y unos 13 fusiles AR-15.
Durante la investigación, agentes usaron otro informante confidencial para comprar armas de fuego de Prezas en agosto de 2015, resaltó Notimex en un despacho.
Los agentes vieron a Prezas cargar armas en su vehículo del gobierno en su estación de reclutamiento en San Antonio y conducir a Pharr, en el Valle del Río Grande.
Allí entregó las armas al informante, quien pagó 61 mil dólares y específicamente le dijo a Prezas que las armas iban al Cártel del Golfo en México, de acuerdo con la declaración de culpabilidad y otros documentos judiciales.
Prezas enfrenta una sentencia de hasta 10 años de cárcel por los cargos de mentir y hasta 20 años de prisión por intento de exportación de las armas de fuego.
El juez federal Orlando García sentenciará a Prezas el próximo 23 de marzo.