NO LE ALCANZA
Los ingresos públicos se incrementan sólo 200 mil millones de pesos el año venidero
Lo que más le preocupa, dice Di Costanzo, es que los ingresos públicos se incrementan el próximo año en sólo 200 mil millones de pesos, lo que significa una recaudación inercial, y el gasto programable se eleva únicamente en 120 mil millones de pesos.
“Eso no le da para sus programas prioritarios”, afirma Di Costanzo sobre los proyectos de López Obrador, como la refinería en Tabasco, el nuevo aeropuerto en el Estado de México y el Tren Maya.
—¿Se perfila un fracaso, como vaticina la oposición?
—De seguir así yo no le llamaría fracaso, porque si avanza en el combate a la corrupción es hacer muchísimo. Pero económicamente se perfila un escenario muy adverso: una economía más chiquita y un deterioro en el nivel de vida de la gente, no en la de hasta abajo, sino en la gente que genera movimiento económico. Eso sí preocupa.
—¿Debe rectificar?
—Puede reconsiderar algunas cosas y generar rumbo. Le falta un plan. ¡No tenemos plan de nada!
—¿Y el Plan Nacional de Desarrollo?
–Parecen ocurrencias. Eso ha causado mucho problema y desconcierto de los propios inversionistas, porque no hay una ruta trazada clara. Es lo que está castigando a Pemex, la falta de un plan.
Plasma la realidad
En entrevista con Proceso el jueves 23, Di Costanzo alude a la carta de renuncia que Germán Martínez Cázares envió al Consejo Técnico del IMSS sobre la orientación neoliberal de los severos recortes de la Secretaría de Hacienda, con lo que coincide: “Me parece que lo que dice Germán en su carta es un reflejo de toda la administración pública, y es un reflejo de que estos recortes no se han hecho de manera quirúrgica, sino de manera burda”.
Ante la caída de la recaudación y de la actividad económica, más que recurrir a los recortes en gasto, que están afectando por ejemplo la atención a la población en materia de salud, López Obrador debe recuperar ahora, y no hasta dentro de tres años, una de las banderas que abandonó: la reforma fiscal que haga que paguen más los que más tienen.
“Dice que no va a tocar el tema fiscal en tres años. No los va a aguantar, no va a haber gobierno de aquí a tres años, porque ya no alcanzó la disminución del gasto, ya no tiene de dónde cortar más que arterias o músculos. La grasa ya la quitó, en el mejor de los casos, suponiendo que todo estuvo bien.”
—Sobre todo si era un planteamiento de él y una exigencia de la sociedad para que paguen más los que más tienen.
—¡Sí, de él! ¡Yo no entiendo por qué no ha dado ese paso! Fue tan sorprendente como el tema de no bajar las comisiones bancarias. Son dos cosas que me han sorprendido mucho. ¿Dónde quedó el proyecto de nación de 2006? Ahí estaba muy clarito.
Admite que podría no ser una reforma fiscal radical, sino moderada, con un régimen de transición, pero se debe hacer. “Lo que no puede ser es que ahora el SAT (Servicio de Administración Tributaria) le quiera cobrar a lo chino a los repartidores de comida. ¿Y a las grandes empresas? ¡A esas no las va a tocar!”.
Aunque afirma que a López Obrador lo “están engañando” sus colaboradores, admite que al final la decisión es de él y que ojalá retome sus propias banderas: “El Andrés que yo conocí, el presidente legítimo, tomaba las decisiones como él percibía las cosas, pero también con la información que tú le dabas y la forma en cómo se la dabas. Yo albergo todavía la esperanza de que le estén explicando mal las cosas y rectifique”.