CIUDAD DE MÉXICO.- El salario mínimo debe fortalecerse de manera progresiva y que permita a quienes lo perciben y a sus familias vivir dignamente, con pleno goce y disfrute de los derechos humanos, indicó el ombudsman nacional, Luis Raúl González Pérez.
A su vez, reconoció que vivir con un solo salario mínimo insuficiente general acentúa las condiciones de pobreza entre la población y destacó que la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) no es ajena a esa preocupación.
Al mencionar la importancia de un trabajo digno, González Pérez urgió sobre la importancia y necesidad de continuar con los esfuerzos tendentes a lograr la suficiencia del salario mínimo, con el fin que represente un monto que permita avanzar, de manera eficaz, hacia la reducción de la pobreza, exclusión y desigualdad en el país.
“El trabajo digno –dijo— es motor del progreso y la prosperidad social, grandes aspiraciones que son comunes a toda la humanidad. Las trabajadoras y trabajadores tienen derecho a gozar de bienestar material y seguridad económica para satisfacer las necesidades inherentes a su dignidad”, señaló al participar en la ceremonia de clausura del “Curso Salario Mínimo: Teoría y Prácticas Modernas”.
Y añadió: “los compromisos asumidos por el Estado Mexicano en la materia son vinculantes. Ahora, el reto es hacerlos realidad”.
Ante todos los reunidos en el Auditorio de Posgrado de Economía “Jesús Silva Herzog”, expresó que los estándares de derechos humanos ya están dados y apuntan de manera inequívoca a la relación evidente entre el salario mínimo y las libertades fundamentales.
En el presídium, el ombudsman estuvo acompañado por el secretario de Desarrollo Económico del Gobierno de la Ciudad de México, Salomón Chertorivski Woldenberg, y Pablo Enrique Yanes Rizo, coordinador de investigación de la Subsede Regional México de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
En su turno, Chertorivski Woldenberg reconoció el esfuerzo González Pérez para coadyuvar al análisis y las acciones encaminadas al fortalecimiento progresivo del salario mínimo, que derivó en el documento “Salario Mínimo y Derechos Humanos”, publicado el año pasado.
Durante la charla se refirió a la “distribución funcional del progreso”, donde la riqueza que se produce, dividida entre la masa salarial, en países de primer mundo está entre 60% y 70%, pero México está en 20, y la ganancia de capital en 74%, de donde señaló que en el país hay muy mala distribución de la riqueza.
En el acto, el director de la Facultad de Economía de la UNAM, Eduardo Vega López, encabezó la entrega de constancias de participación a los 110 alumnos que concluyeron el curso, y destacó el esfuerzo institucional por recuperar el tema del salario mínimo en México como preocupación disciplinaria, preocupación pública y discusión económica.