OPINIÓN
Verónica Cruz Perales
Las declaraciones “miserables” del subsecretario de salud, Hugo López-Gatell, en donde asegura que los padres de niños con cáncer forman parte de una estrategia para impulsar un golpe de estado en México a través de una narrativa que afecta a López Obrador y a la 4T, son las declaraciones más mezquinas que ha tenido este gobierno y deja a la luz pública el nivel de indolencia de un gobierno que ha concentrado su estrategia en dividir a las y los mexicanos.
Lo dicho por López-Gatell no son declaraciones desafortunadas, son declaraciones pensadas, que se hacen con el objetivo de calumniar, de evitar cobrar el costo de la falta de empatía del gobierno federal con las familias mexicanas que atraviesan por la pena de enfrentar un problema de salud tan serio como el cáncer.
Jamás se había visto una lucha de padres de familia con niñas y niños enfermos de cáncer como la que estamos viendo en México; no puedo imaginar el dolor y la desesperación que un padre o madre de familia sufren al ver a sus hijos muriendo, sin encontrar en las instituciones de salud del país respuesta a la necesidad de contar con quimioterapias y medicinas para dar la pelea al mal del siglo.
Lo que menos esperan los padres de familia, además de la indolencia y la falta de respuesta de este gobierno de cuarta, es que el gobierno concentre sus energías en desacreditar su lucha, en golpearlo, insultarlos y lincharlos públicamente; sólo porque se han atrevido a dar la lucha por salvar la vida de sus hijas e hijos.
López-Gatell dijo, “Esta idea de los niños con cáncer que no tienen medicamentos cada vez lo vemos más posicionado como parte de una campaña más allá del país de los grupos de derecha internacionales que están buscando crear esta ola de simpatía en la ciudadanía mexicana ya con una visión casi golpista”.
Así la diarrea verbal del funcionario “estrella” de la 4T, quienes en lugar de llevar tapabocas, parece que llevan tapaojos; se niegan a ver la realidad que vive el País, y aún peor, hacen gala de su sordidez política para intentar justificarse ante los mexicanos por su incapacidad para dar solución a los problemas que realmente importan a la sociedad, que duele y lastima a las familias que prometieron defender.