Por Esteban Espinoza Hernández
Lunes 11 de Septiembre de 2023
Con la legitimidad de Claudia Sheinbaum como candidata presidencial de Morena, a la presidencia de la república se inicia la tarea de fortalecer la estructura de su equipo de campaña. Donde sin duda alguna quienes estan en palacio de gobierno seguirán gozando de ese privilegio de seguir tomados en cuenta por su obediencia probada más que su capacidad.
Al mismo tiempo, el despliegue de una versión moderna de la antigua “cargada” política, donde se busca movilizar apoyos en favor de la candidatura oficial y el “besa manos” se dejo sentir en un show mediático de entrega de mando imaginario en el que por sí solo sabemos quien seguirá mandando desde palacio nacional, cargando la responsabilidad de otra campaña más como a el le gusta y de la que se ha hecho el experto.
En este contexto, el poderoso aparato propagandístico del Estado y del Gobierno de la República en pleno funcionamiento se dejará ver y aplanará a quienes no están con ellos y siguen una ideología doctrinada aunque no tengan la razón.
Su objetivo es recrear la percepción que solía tener el México de épocas pasadas, cuando las candidaturas oficiales se percibían como garantía de éxito en las elecciones. hoy en día, las circunstancias son diferentes. El triunfo del Partido Oficial dependerá, como nunca antes, del carisma, la popularidad y el inmenso poder acumulado a lo largo de varios sexenios por el Presidente, quien se erige como el único timonel de la revolución de las conciencias, y su risa en la mañanera lo delata.
Marcelo Ebrard, una figura que muchos esperan que defina su rumbo político, ha sido advertido previamente sobre los riesgos que implica desafiar al Presidente. La sentencia pronunciada en el restaurante “El Mayor” el 5 de junio pasado, que advertía sobre las consecuencias de enfrentar al poder, parece haber dejado huella. la pregunta seria directa y que tanto afectaría la campaña de Sheinbaum ¿Podría Ebrard, por no tomar en cuenta esta advertencia, enfrentar un futuro político incierto? Esta interrogante queda abierta por horas hasta no saber la decisión del ex- canciller .
En cuanto a la política de seguridad, los acuerdos en Colombia parecen haber despejado cualquier esperanza de un cambio significativo en la estrategia del Gobierno actual. A pesar de que muchos morenistas anhelaban un ajuste en la política de seguridad por motivos electorales, parece que nada cambiará. La persistente estrategia de “abrazos no balazos” ha permitido que el crimen organizado se fortalezca en diversas comunidades, convirtiéndose en una fuerza paralela a la autoridad de los tres niveles de Gobierno e incluso en algunos caso presuntamente en aliados de los politícos de Morena y aliados quienes están siendo señalados por la ciudadanía.
Sería sensato que las dos candidatas a la Presidencia, sin necesidad de hacerlo público, establecieran grupos de trabajo para desarrollar políticas de seguridad que aborden la influencia perniciosa del crimen organizado, que sin duda será uno de los retos más importantes que heredarán del actual gobierno.
En resumen, el camino hacia las elecciones presidenciales de 2024 se vislumbra marcado por el poder del Presidente, las advertencias a quienes desafíen ese poder y la persistencia de una estrategia de seguridad que ha generado preocupación. El resultado final dependerá de cómo se desenvuelvan estos factores en los meses por venir.
hasta la próxima .
