Se trata de cinco casas localizadas en Guadalajara, Jalisco (al oeste de México)
Mientras en México, la cacería contra el capo veterano, Rafael Caro Quintero, se ha convertido en una “vacilada de mal gusto” —según expertos en seguridad como Anabel Hernández— en Estados Unidos, la determinación por atraparlo continúa.
Este jueves, el juez de la corte federal de Brooklyn, Eric N. Vitaliano emitió una orden judicial para confiscar cinco propiedades pertenecientes al Narco de Narcos. Según el dictamen, los inmuebles, descritos en una denuncia de decomiso civil presentada el 11 de octubre de 2019, fueron adquiridos por el líder criminal con dinero procedente de los negocios del narcotráfico.
Se trata de cinco casas localizadas en Guadalajara, Jalisco (al oeste de México). Una de ellas, según el comunicado, está a nombre de Héctor Rafael Caro Elenes —hijo de Caro Quintero—. Se ubica en Calle Paseo de los Virreyes 4238, lote 21, manzana 41, fraccionamiento Villa Universitaria, en Zapopan, Jalisco.
La propiedad y locales ubicados en Avenida Melchor Ocampo, Bodega 468, local 21, fraccionamiento Mercado de Abastos Norte; Mercado el Campesino, 59, 21 45140, en Zapopan, a nombre de los hijos del capo —Héctor Rafael, Roxana Elizabeth, Henoch Emilio y Mario Yibran—, cuentan con un derecho para que Caro Quintero pueda usarlos y disfrutarlos como si fueran propios.
En la calle Sagitario 5289-8 y en el Fraccionamiento Residencial Arboledas fueron identificados inmuebles y locales a nombre de su hija, Roxana Elizabeth Caro Elenes.
Además de estas propiedades, Roxana Elizabeth ha sido identificada por las autoridades estadounidenses como prestanombre de otros inmuebles de la calle Luigi Pirandello 5397, Lote 29B, Mza 145, Fraccionamiento Vallarta Univerisdad, Zapopan, Jalisco.
Entre 1980 y 2015, la facción del Cártel de Sinaloa dirigida por Caro Quintero estuvo involucrada en el transporte de grandes cantidades de marihuana, metanfetamina y cocaína, procedentes de México a Estados Unidos.
La policía en EEUU se enteró que Caro Quintero usó los ingresos de la venta de éstos narcóticos para comprar bienes raíces en los alrededores de la zona metropolitana de Jalisco.
El líder criminal colocó las propiedades a nombre de miembros de su familia como fachada para ocultar sus ganancias ilegales. Asimismo, para evitar que las autoridades mexicanas se las incautaran.
Caro Quintero es acusado de varios delitos en los Estados Unidos, entre ellos el tráfico de drogas y su participación en el asesinato del agente especial de la DEA, Enrique KikiCamarena. Además, integra la lista del FBI de los “Diez criminales más buscados”.
En abril de 2018, se abrió una acusación formal en un tribunal federal de Brooklyn que acusaba a Caro Quintero de liderar una empresa criminal continua y otros delitos. El Departamento de Justicia de Estados Unidos ofrece una recompensa de USD 20 millones por información que conduzca a su captura.