Después de dos años muy malos, el ciclista australiano gana la décima etapa; Chris Froome aún es el líder.
Agencias
REVEL, Francia.- Después de tanta mala suerte en el Tour de Francia, Michael Matthews llegó a pensar que estaba maldito.
Hace dos años, el australiano chocó pocos días antes de abordar un vuelo para el Tour de Inglaterra, y tuvo que retirarse antes de la carrera. Matthews finalmente debutó en el Tour el año pasado, pero se fracturó cuatro costillas en un accidente en la tercera etapa y la pasó mal hasta el último día en los Campos Elíseos, informa The Associated Press.
Este mes, Matthews chocó dos veces y pensó en retirarse el domingo, después de la etapa más difícil en los Pirineos.
Por eso se le había tan difícil creer este martes lo que le pasó, después de ganar la décima etapa del Tour.
“Es increíble, estuve cerca de tirar la toalla en esta carrera”, dijo Matthews después de superar al campeón mundial Peter Sagan en un sprint hasta la meta en el pueblo de Revel, en el sur de Francia. “Pensé que quizás esta carrera no era para mí, y que era preferible concentrarme en otras carreras. Pero hoy se cumplió mi sueño, acabo de ganar una etapa del Tour de Francia después de dos años muy malos en esta carrera”.
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Matthews, quien también estuvo involucrado en un choque a gran velocidad en la clásica Milán-San Remo esta temporada, se benefició del trabajo de sus compañeros de equipo en la décima etapa.
Sagan llegó segundo, seguido por Edvald Boasson Hagen.
El liderato
Chris Froome cruzó la meta con el pelotón y conservó el maillot amarillo de líder general. El colombiano Nairo Quintana también llegó con el pelotón, a más de nueve minutos, y sigue cuarto en la general, a 23 segundos de Froome.
El colombiano Sergio Henao marcha octavo en la general, a 44 segundos.
La 11ra etapa del miércoles es un recorrido de 162.5 kilómetros entre Carcassonne y Montpellier, que también se ajusta a los velocistas.