Mientras las miradas se han centrado en Guanajuato, la entidad zacatecana se está convirtiendo en epicentro de las tensiones del Cártel de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación
Una guía turística del gobierno de México describe al estado de Zacatecas como un lugar tranquilo, con deslumbrantes patrimonios de la humanidad, una temperatura media de 25 grados y pequeños pueblos mineros que maravillan a los visitantes de todo el mundo. Sin embargo, los pobladores, las estadísticas y los medios locales opinan lo contrario.
“Encuentran 12 ejecutados en el entronque El Barril-Dulce Grande”, dice el titular del diario El Sol de Zacatecas. “Hallan seis ejecutados en los límites San Luis Potosí -Zacatecas”, se lee más abajo. “Atacan a policías en restaurante de Guadalupe”, recoge una nota.
Para el dueño de la tienda San Tiburcio, a pocos metros donde aparecieron al menos 21 cadáveres simplemente “se puso muy cabrona la cosa”, dice sin mencionar su nombre a un diario local.
Desde que comenzó el 2020, Zacatecas forma parte de los estados más violentos del país, sumergido en una rutina que deja diariamente dos muertos de diferente calibre —de acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridadde enero a agosto se registraron 473 homicidios dolosos—.
Ubicado en el centronorte de México, el estado se ha convertido en una ruta asediada por el narcotráfico. Tradicionalmente, la entidad había sido una zona de dominio del Cártel de Sinaloa; sin embargo, recientemente varios de sus municipios se encuentran asediados por el Cártel Jalisco Nueva Generación.
En marzo, un impactante convoy identificado como parte del CJNG irrumpió en el municipio de Valparíso anunciando la expansión de ese grupo. Para abril, aparecieron narcomantas confirmando su presencia en 17 regiones. Ese mismo mes, cuatro policías del municipio de Sombrerete fueron ejecutados. En mayo, se fugaron doce reos del penal de Cieneguillas. En junio, fueron hallados los cuerpos de 14 personas ejecutadas, posteriormente salió a la luz una grabación donde eran interrogadas por un grupo rival.
Recientemente, en septiembre, un comando irrumpió en la policía de Aldama para asesinar a su director y un subordinado. En el municipio de Jérez secuestraron a tres policías que posteriormente fueron hallados deambulando en la capital del estado.
Estos hechos, según describe el experto en seguridad, Carlos Matienzo, marcan ya una tendencia creciente de conflictividad entre las organizaciones criminales de Ismael el“Mayo” Zambada y Nemesio Oseguera Cervantes, el “Mencho”.
Zacatecas colinda con ocho entidades: Aguascalientes, Coahuila, Nuevo León, Jalisco, Durango, San Luis Potosí y Guanajuato.
A la entidad la atraviesan dos importantes carreteras federales: la número 54, que conecta desde Colima hasta Tamaulipas y la Panamericana 45, que va desde el centro del país hasta la zona fronteriza con Estados Unidos. Dichas vías son un punto neural para el trasiego de drogas sintéticas.
De acuerdo con las autoridades, los opiáceos se producen en Jalisco y Durango(ambos colindantes con Nayarit), por lo que alcanzan las sierras zacatecanas.
Nayarit y Durango, en las brasas de la violencia
La tensión ha preocupado a otros estados vecinos. En Nayarit, la seguridad se ha reforzado con cientos de policías justo en la frontera con Puerto Vallarta, la turística ciudad de Jalisco y bastión de la organización criminal de Nemesio Oseguera Cervantes, el “Mencho”.
A través de redes sociales, circuló un video de supuestos sicarios del Cártel de Sinaloaque advierten una “limpia” a sus rivales en Nayarit: “Gente Nayarit, ya estamos aquí, vinimos a exterminar lacras que sólo dañan al pueblo, como secuestradores, y extorsionadores, rodaran las cabezas de Daniel Saucedo, y Rodrigo Benítez Pérez, le daremos justicia a Nayarit, el pueblo se cuida, no se roba. Atentamente, Cártel de Sinaloa, operativo “RZ”, vocifera un presunto narco rodeado de una decena de hombres con ropa táctica y armas largas.
En el estado de Durango, estratégico para el crimen organizado., un grupo de hombres fuertemente armados presuntamente perteneciente alCártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), amenazaron al líder del Cártel de Sinaloa, Ismael el “Mayo” Zambada, y se adjudicaron el ataque a seis policías en una carretera
“A ver Mayo Zambada, hijo del ‘cocho’ querías ver al verdadero Cártel de Jalisco ‘íralos’ aquí están, somos los que venimos a partirle la madre a gente que traes aquí en Zacatecas, haciéndose pendejos, ya tengo otro grupito que te dé una probadita en Durango, en Huazamota hasta el Mezquital vamos a llegar hijo de tu puta madre, aquí pura gente del Mencho a la verga, deja de andar matando inocentes, haciéndote pendejo, ¡Pura gente del Mencho!”, se escucha en la grabación.
El pasado 1 de octubre, seis agentes fueron asesinados y siete resultaron heridos en una emboscada a plena luz del día.
La agresión tuvo lugar en la comunidad de Huazamota, municipio de El Mezquital, cuando ocho efectivos se trasladaban en dirección a la capital duranguense, luego de presentarse su periodo de descanso. Según la Fiscalía del estado, los policías fueron interceptados por un grupo armado en una curva del camino; no obstante, lograron avisar a sus compañeros que se encontraban en operación en el sitio.
La policía repelió el ataque por lo que los agresores se retiraron de la zona. Durante el enfrentamiento también perdieron la vida dos supuestos pistoleros, tres vehículos oficiales resultaron dañados con armas de fuego, y seis camionetas —donde se trasladaban los civiles armados— fueron abandonadas.
En las unidades se encontraron rastros de líquido hemático, por lo que las autoridades sospechan de más delincuentes abatidos, mismos que habrían sido retirados por sus cómplices.