En el lugar se encontró media tonelada de de huesos calcinados
Cinco años después del descubrimiento del sitio, el gobierno de México aceptó la existencia de un centro de exterminio de personas en la zona conocida como La Bartolina, Tamaulipas, de donde ha recolectado media tonelada de huesos calcinados.
La titular de la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB), Karla Quintana Osuna, informó que las Fiscalías federal y estatal han trabajado durante cinco años en el procesamiento del terreno, ubicado en Matamoros, a unos 12 kilómetros de Brownsville, Texas, Estados Unidos.
“Desde 2017 al 28 de mayo se han recuperado, al menos, 500 kilogramos de restos óseos calcinados.
El centro de incineración y destrucción de cadáveres fue descubierto por elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la Procuraduría General de Justicia estatal en abril de 2016, durante el sexenio del presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, y cuando faltaban cinco meses para que terminara la administración del gobernador tamaulipeco, Egidio Torre Cantú.
La delincuencia
De acuerdo con información federal, el sitio fue operado presuntamente por el Cártel del Golfo desde 2009. Los integrantes del crimen organizado llevaron a este terreno a personas secuestradas; allí las torturaron, asesinaron, incineraron y enterraron los cadáveres.
“A casi 48 horas de que se registrara el hallazgo sobre restos óseos (narco-fosas) en el Ejido la Bartolina, en Matamoros, y ante la nula información oficial por parte de las autoridades de Tamaulipas, se filtra información extraoficial con amplio conocimiento de la actividad criminal en la zona, identificada por grupos criminales como “La brecha del Infierno”, ubicada a un costado del lugar que actualmente permanece resguardado por las autoridades federales”.
Del total de los lugares explorados, solamente en siete se encontraron fragmentos óseos, algunos objetos metálicos, papeles, prendas, botes y cartuchos. La inspección se hizo dentro del agua y en las orillas de la citada “Zona del Mar”, utilizándose un georadar.
Trabajos de búsqueda desde 2017
La versión dada por el Grupo de Coordinación en 2016 no coincide con lo que, un año después, buscadoras y elementos de la Fiscalía Especializada en la Investigación de los Delitos de Desaparición Forzada de Personas encontraron en el terreno de superficie extensa.
Los trabajos de búsqueda en la zona de exterminio son liderados por el colectivo Madres Unidas por Nuestros Hijos, que reúne a familiares de personas desaparecidas en San Fernando, Matamoros y Reynosa.
María, una de las líderes del colectivo y a quien llamaremos sin apellidos para protegerla, ha estado en La Bartolina desde la primera búsqueda, en 2017, hasta la última a mediados del mes pasado.Sobre el informe de los hallazgos que dio la Secretaría de Gobernación (Segob), María precisa que la cantidad total de restos supera la media tonelada, porque en dos búsquedas realizadas el año pasado los elementos de la FGR recolectaron aproximadamente 725 kilogramos de huesos.
Además, recuerda que en el lugar se recogieron objetos como credenciales de elector o licencias de manejo, escrituras, facturas, medias calcinadas, relojes, pulseras, anillos, dentaduras de oro, rosarios y ropa.
María urge a que la Comisión Nacional de Búsqueda y la Fiscalía General de la República agenden más búsquedas, porque sólo han excavado en menos de una cuarta parte de los 600 metros cuadrados del terreno que, asegura, fue utilizado por los grupos del crimen organizado desde 2008.
“En La Bartolina, donde pises, hay una muela, una cervical, una costilla, una mandíbula; hemos encontrado cuerpos enteros y medios, cervicales con pelvis completas. El riesgo es que vuelvan a desaparecer los cuerpos, porque cuando el agua del mar sube llega al terreno y arrastra todo, por eso queremos que se programe una intervención mayor y urgente”, afirmó la integrante del colectivo Madres Unidas por Nuestros Hijos.
Matamoros, el municipio con más desaparecidos
Colectivos de familiares de personas desaparecidas en Tamaulipas han encontrado 50 centros clandestinos de incineración de cuerpos, también llamados ‘cocinas’, en el sur, centro y norte del estado.
Las indagatorias realizadas por los integrantes de los colectivos los han llevado a determinar que en esas zonas se registraron actos de tortura, secuestro, homicidios multitudinarios, entrenamiento a criminales, fosas clandestinas y esparcimiento de cenizas en cuerpos de agua. Por ello, decidieron llamarlos centros de exterminio.
En Tamaulipas, grupos armados legales e ilegales han desaparecido a 11 mil 443 personas; 2 mil 241 desaparecieron en Matamoros, de acuerdo con el registro nacional de la Secretaría de Gobernación (Segob).
Los años con más casos fueron 2009, 2011, 2012 y 2016; en estos 4 años se acumularon mil 79 personas desaparecidas. El rango de edad de las víctimas va de los 15 a los 34 años; el 78.58% son hombres y el 21.37%, mujeres.
Respecto a la nacionalidad de las personas desaparecidas, el 87.55% son mexicanas y mexicanos. Sin embargo, el registro exhibe 52 casos de ciudadanos estadounidenses, cinco guatemaltecos, cuatro hondureños, cuatro salvadoreños, tres cubanos y un nicaragüense. En 209 denuncias no se especificó el origen de la víctima.