Decenas de jóvenes encapuchados marcharon contra el abuso policial del que fue víctima la adolescente Melanie el pasado viernes y realizaron destrozos de infraestructura urbana y saqueo en avenidas y tiendas del Centro Histórico, sin que interviniera la policía de la Ciudad de México.
El gobierno capitalino informó que los manifestantes “buscaban una confrontación con la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), más no lograron su cometido”. Destacó que no hubo heridos.
Alrededor de 100 personas vestidas de negro con el rostro cubierto se concentraron en la columna del Ángel de la Independencia poco antes de las 15:00 horas y comenzaron su recorrido por el Paseo de la Reforma rumbo al Zócalo capitalino.
Los primeros destrozos que hicieron fueron a las estaciones de la línea 7 del Metrobús, donde rompieron los cristales y realizaron pintas. Más adelante, atacaron una sucursal del banco Citibanamex, las instalaciones de un Starbucks y del hotel Fiesta Americana en la Glorieta de Colón.
Al entrar a la avenida Juárez, saquearon una tienda Oxxo y un restaurante Kentucky Fried Chicken. Más adelante arremetieron contra las vallas metálicas que protegían el Hemiciclo a Juárez, donde realizaron pintas con aerosol en rechazo al abuso policial.
En la calle 5 de mayo, los manifestantes arremetieron contra las vallas metálicas que protegían el edificio del Banco de México y una tienda Adidas de la que tiraron una puerta de la Cortina metálica y robaron la mercancía.
Luego de llegar al Zócalo, algunos manifestantes se dirigieron a las instalaciones de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX) donde también hicieron pintas y actos de vandalismo.
Los manifestantes llevaban mazos con los que rompieron vidrios y tumbaron cámaras de vigilancia de los establecimientos mercantiles. Con los aerosoles pintaron en paredes y puestos de periódicos frases como “La libertad no es pecado” y “Va por Melanie”.
Al paso del contingente, se observó que algunos fotógrafos resultaron agredidos con gas de extintores que llevaban algunos manifestantes y otros con amenazas de ser golpeados o de quitarles sus cámaras por grabar los destrozos.