La foto de un padre y su hija ahogados al tratar de cruzar la frontera entre México y EEUU ha dado la vuelta al mundo y se ha convertido en el símbolo del drama de la crisis migratoria centroamericana.
La terrible imagen muestra al salvadoreño Óscar Alberto Martínez, de 26 años, y a su hija Valeria, de dos años, acostados boca abajo en la orilla del río Bravo, cerca de Matamoros, México, a solo un kilómetro de Texas.
El padre había puesto a la niña dentro de su camiseta para que la corriente no la arrastrara. El brazo de la niña todavía estaba sujeto al cuello de él cuando encontraron sus cuerpos flotando en el río. Julia Le Duc, reportera de La Jornada, tomó la espeluznante fotografía. “Murieron persiguiendo el sueño americano”, escribe la periodista en una columna para The Guardian.
La familia había viajado hasta la frontera para pedir una solicitud de asilo, pero la ciudad mexicana de Matamoros estaba totalmente colapsada por la migración y les aguardaba una larga lista de espera hasta poder ser atendidos. De modo que decidieron cruzar el río.
“El padre cruzó primero con la niña y la dejó en el borde americano. Después regresó para ayudar a su mujer, pero la pequeña se metió al agua detrás suyo. Cuando quiso salvarla, la corriente se los llevó a los dos. Murió tratando de salvar a su hija”, explica la autora de la fotografía.
Los migrantes se enfrentan a numerosos peligros al tratar de escapar de la violencia, la corrupción y la pobreza de su hogar. Una vez llegan a la frontera, el Gobierno de Trump les obliga a esperar en México en un largo proceso que a menudo puede alargarse durante años. Por eso muchos recurren a rutas remotas y peligrosas.
“Estas familias no tienen nada y están arriesgando todo por una vida mejor. Si escenas como esta no nos hacen pensar, si no mueven a nuestros políticos, es que nuestra sociedad no está bien”, cuenta Le Duc.
Lamentablemente este no es un caso aislado. Al menos una persona al mes se ahoga intentando llegar a Estados Unidos. Esta última semana han muerto nueve personas, entre ellas cuatro niños. Y en el último año se han contabilizado hasta 283 fallecidos intentando cruzar la frontera. Cifras tan aterradoras como la fotografía que se ha hecho viral.
“Estas son familias desesperadas, y las personas desesperadas hacen cosas desesperadas”.
CIUDAD VICTORIA.- Autoridades migratorias en Tamaulipas permanecen a la espera de recibir los cuerpos de el salvadoreño Óscar Alberto Martínez Ramírez y el de su hija Angie Valeria Martínez Avalos de un año 11 meses, quienes lamentablemente el domingo por la tarde perdieron la vida al tratar de cruzar a nado en Río Bravo.
Enrique Maciel Cervantes, delegado del Instituto Tamaulipeco del Migrante en Matamoros, aseguró haber iniciado trámite para la entrega de los cuerpos ante la Procuraduría del estado Tamaulipas luego de haber sostenido un diálogo con la cancillería de El Salvador, cuya sede se encuentra en Nuevo León.
Detalló que consulado contrató el servicio funerario para que ellos se encarguen de trasladar los restos a Nuevo León y de ahí vía aérea enviarlos a El Salvador.
Con ellos irán la esposa y madre de las víctimas; Tania Vanessa Ávalos y el acompañante de ambas personas, identificado como Jesús Paredes.
Maciel Cervantes reveló que por el momento Tania Vanesa Avalos se encuentra en la casa del migrante de la ciudad de Matamoros, administrada el padre Francisco Gallardo.
La diócesis de Tamaulipas, ha brindado todo el apoyo moral y espiritual a la señora debido a que se encuentra aún afectada ante la pérdida de sus seres queridos.
Escrito por Excélsior