Esteban Espinoza / San Luis Potosí
La transparencia en el manejo de recursos públicos debería ser un pilar fundamental de las instituciones políticas. Sin embargo, en San Luis Potosí, los partidos políticos han mostrado una preocupante falta de compromiso al no cumplir con sus obligaciones de transparencia.
De acuerdo con el artículo 84 fracción XI de la Ley General de Transparencia, los partidos políticos están obligados a publicar los tabuladores de sueldos y salarios, así como las remuneraciones brutas y netas de sus servidores públicos. No obstante, la mayoría de las fuerzas políticas en el estado presentan irregularidades en el cumplimiento de esta obligación.
Incumplimientos Generalizados
El Partido Acción Nacional (PAN) no ha actualizado información desde agosto, dejando sin claridad la remuneración de su dirigente estatal, Verónica Rodríguez Hernández, quien asumió un cargo como senadora en septiembre.
Por su parte, el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) publicó sus formatos con todas las remuneraciones en ceros, argumentando que sus cargos son honoríficos. Sin embargo, esta práctica pone en duda la veracidad de sus reportes.
El Partido de la Revolución Democrática (PRD) se posiciona como el más opaco, al no publicar información en todo el año. El Partido del Trabajo (PT) solo cumplió en enero y febrero, mientras que Nueva Alianza publica únicamente datos parciales y omite la remuneración de su dirigencia.
Morena y Movimiento Ciudadano registraron incumplimientos puntuales en algunos meses, mientras que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) ha publicado su información en tiempo y forma. A pesar de ello, casos como el de Sara Rocha Medina, quien dejó de recibir su sueldo al asumir un cargo público, destacan la falta de mecanismos de verificación que aseguren la actualización constante de estos reportes.
Más allá de los colores partidistas, la opacidad en la información de sueldos refleja un problema estructural que afecta la confianza ciudadana. La falta de actualización, reportes inconsistentes y datos incompletos son síntomas de una débil cultura de rendición de cuentas que permea en todos los partidos políticos.
Es necesario que las autoridades de transparencia y los ciudadanos exijan a las fuerzas políticas cumplir con sus responsabilidades legales. La transparencia no solo es un deber, sino una muestra de respeto hacia la ciudadanía que financia, directa o indirectamente, las actividades partidistas.