El colectivo Unidos por los Desaparecidos asegura que en esa ciudad operan cinco sicarios encargados de disolver cadáveres.
Milenio
TIJUANA, BC.- El fantasma de Santiago Meza, El Pozolero, revive en Tijuana, Baja California, cada vez que es hallado un hueso humano, un montículo con grasa corporal, una fosa, y hasta cuando una persona desaparece.
Hay quienes juran que el método creado por el sicario de los hermanos Arellano Félix fue fuente de inspiración para cinco personajes más que gustaban de disolver cuerpos.
Casi nueve años han pasado de la detención de este siniestro personaje, que reconoció haber disuelto en sosa cáustica a por lo menos 300 personas.
El 2 de noviembre de este año la muerte se asomó en Tijuana: efectivos de las procuradurías General de la República (PGR) y General del Estado (PGJE) hallaron una fosa con 50 restos óseos.