Según los investigadores, este nuevo sistema solar podría tener al menos un planeta habitable para los humanos
Casi 25 años después desde que se hallara el primer exoplaneta (fuera del Sistema Solar), la cifra de los descubiertos asciende a más de 4000. Ahora, un equipo de astrónomos, con participación española, ha confirmado la presencia de otros tres orbitando alrededor de una estrella, la “GJ 357”.
Se trata, según los investigadores, de un nuevo sistema planetario con un potencial mundo habitable.
Su descripción se publica en la revista Astronomy & Astrophysics, solo dos días después de que la revista Nature Astronomy se hiciera eco del hallazgo también de otros tres planetas de fuera del Sistema Solar.
Uno y otro trabajo se han hecho gracias a datos del telescopio espacial TESS de la NASA; precisamente, se está celebrando esta semana en Boston (EE.UU.) una reunión para presentar los resultados de este telescopio, de ahí también la coincidencia de ambos estudios.
En el que se publica este miércoles, además de los datos de TESS, se han utilizado mediciones del instrumento CARMENES, instalado en el observatorio terrestre de Calar Alto, en Almería.
Este es un espectrógrafo óptico y de infrarrojo cercano de alta resolución construido en colaboración con once instituciones de investigación españolas y alemanas, entre las que se encuentra el Centro de Astrobiología (CAB), centro mixto del CSIC y del Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial.
Así, hoy se presenta el descubrimiento de un sistema planetario alrededor de la estrella GJ 357, una estrella enana de casi un tercio de la masa y tamaño del Sol y un 40% más fría que nuestra estrella; está localizada a 31 años luz de nosotros, en la constelación Hydra.
El hallazgo comenzó cuando el satélite TESS de la NASA detectó en febrero la presencia de un exoplaneta (GJ 357 b) en tránsito, es decir, un planeta que oscurece brevemente la luz de su estrella al pasar por delante de ella en cada órbita, recuerda en una nota de prensa el CAB.
Durante el proceso, los investigadores, liderados por el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), descubrieron dos mundos adicionales a este: GJ 357 c y GJ 357 d.
“En cierto modo, estos planetas se escondían en mediciones realizadas en numerosos observatorios durante muchos años”, apunta Rafael Luque, del IAC y primer autor del estudio.
GJ 357 b es un 22% más grande que la Tierra y tiene una temperatura de alrededor de 254 grados.
“Debido a que la estrella alrededor de la que orbita es relativamente brillante y de las más cercanas al Sol, este exoplaneta se convierte en el objetivo ideal para estudiar la atmósfera de un planeta terrestre”, señala por su parte José Antonio Caballero, del CAB.
Este astrónomo responsable del instrumento CARMENES indica a Efe que de GJ 357 b se conoce su tamaño, masa y densidad y se puede inferir su composición y estructura interna. Esto y que orbite alrededor de una estrella más brillante, cercana y mejor estudiada que otras hace que se “convierta en la piedra Rosetta para la caracterización de exotierras, tanto su interior como su atmósfera”.
De los tres planetas descubiertos, el más lejano, llamado GJ 357 d, también es muy interesante para los investigadores.
Este planeta orbita su estrella cada 55,7 días a una distancia de cerca del 20% de la distancia de la Tierra al Sol, y pesa, al menos, 6,1 veces la masa de nuestro planeta. Aunque su tamaño y composición son desconocidos, un mundo rocoso con esta masa oscilaría entre una y dos veces el tamaño de la Tierra.
Este cuerpo podría estar en la denominada “zona habitable”, una zona en la que si existe un planeta similar a la Tierra podría albergar agua líquida: “este exoplaneta podría ser un planeta oceánico con agua líquida en superficie”, resume Caballero.
TESS, añade, está terminando de cubrir el hemisferio sur y pronto empezará a monitorizar el hemisferio norte: “ya tenemos la maquinaria engrasada, así que seguirán los grandes hallazgos como este”.
Además, “a más largo plazo, con la misión PLATO de la Agencia Espacial Europea (2026) descubriremos centenas de planetas por semana, ¡y no daremos a basto!”, comenta a Efe este científico.