EL ORÁCULO
Por : Esteban Espinoza
Los partidos políticos del PRI, PAN y PRD viven en crisis; pero ni los resultados del pasado 2 de junio les permite darse cuenta de dónde están parados; porque frente a la renovación de sus partidos, están tomando actitudes, que más que ayudarlos a reconstruirse y reinventarse, los llevan a la extinción, como si fuera una encomienda que les dieron.
Parece increíble que después de que el PRI perdiera todo, menos la Capital Potosina, Sara Rocha, presidenta del Comité Directivo Estatal del PRI, salga a los medios de comunicación a golpear la única fortaleza que le queda a su partido.
La arrogancia de Sara la lleva incluso, a decir que Galindo le debe la candidatura al PRI y Alito; sin darle mérito al trabajo que Enrique Galindo ha realizado en la Capital Potosina; al esfuerzo que él y su equipo hicieron durante la campaña, en la que no se vio a las dirigentes apoyando.
Hoy Enrique Galindo se ha convertido en el único proyecto visible para que el PRI y el PAN fortalezcan una opción clara y confiable para las y los potosinos a la gubernatura en el 2027; porque difícilmente, tanto el PRI, como el PAN, podrían construir en dos años un proyecto fuerte, que pueda enfrentarse a quien será él o la candidata a gobernadora dentro de tres años.
La aplastante victoria del Partido en el poder en la pasada elección, fue solo un ensayo de lo que puede ocurrir en el 2027; el gobernador, Ricardo Gallardo, esta llegando a la mitad de su sexenio, navegando en aguas tranquilas, sin oposición, sin sobresaltos, sin contrapesos; y todo parece que así continuará, si en el Congreso local, los diputados de oposición siguen en la misma dinámica que la actual legislatura.
Esperar a que el prianismo reaccione, es mucho pedir, su militancia, ya busca otros espacios en donde participar, porque parece misión imposible, que los escuchen y los tomen en cuenta en la toma de decisiones.
Hasta la próxima.