Esteban Espinoza / SLP
La diputada Josefina Salazar Báez, presentó una iniciativa busca armonizar desde una perspectiva penal las disposiciones prohibitivas referentes a las peleas de perros.
La iniciativa con proyecto de decreto, propone adicionar el artículo 317 al Código Penal del Estado, con el objetivo de tipificar las actividades relacionadas a las peleas de perros, tales como organización y promoción de las mismas, cría, entrenamiento, compra, venta y posesión de ejemplares destinados para ese fin, manejo, custodia y realización de apuestas, e involucramiento de menores de edad en las mismas.
En su exposición de motivos, la legisladora establece que a nivel nacional recientemente se dictaminó de forma procedente, una iniciativa que impone penas pecuniarias y penales a las conductas relacionadas con las peleas de perros, y para tales efectos, hubo de reformarse el Código Penal Federal, en la que se destaca que las consideraciones contenidas en el dictamen legislativo que la precedió, se expresó un exhorto republicano para que las Legislaturas de los Estados realicen las reformas tendientes a su armonización.
Explicó que el llamado, obedece a la necesidad de reconocer y enfrentar las diferentes dimensiones de la problemática que surge a partir de estos actos en cada una de las entidades federativas; por lo tanto, destacó que esta iniciativa tiene como propósito central tipificar en el Código Penal las actividades relacionadas a la realización de las peleas de perros, tales como organización y promoción de las mismas, cría, entrenamiento, compra, venta y posesión de ejemplares destinados a este fin, e involucramiento de menores de edad; en armonía con la legislación federal, y a su vez, proponer una aportación original adicional para el caso de San Luis Potosí.
Salazar Báez consideró que en las condiciones de los animales, las peleas de perros son la manifestación de una forma extrema de maltrato animal, ya que los perros pasan por un proceso de adiestramiento para ese fin, en el cual se fomenta su agresividad por medio de la imposición de castigos y tortura, además se llevan a cabo peleas de entrenamiento con otros perros a veces de razas más pequeñas, a los cuáles la mayor parte de las ocasiones matan.
“Esto entraña además el gravísimo riesgo de que uno de estos perros adiestrados para pelear escape a las calles y agreda a niños o personas de la tercera edad infringiendo heridas graves y en algunas ocasiones, tal como ya ha ocurrido en nuestro estado, la muerte”: enfatizó.
Indicó que todos los actos de violencia extrema enunciados, se realizan con la finalidad de acostumbrar al animal a la violencia y a provocar y a recibir daño. Previamente a las peleas, los perros son azuzados para aumentar su agresividad, y durante estas riñas, las heridas que se causan mutuamente, muchas veces significan la muerte para uno o ambos animales, o si logran sobrevivir en condiciones maltrechas, lejos de recibir atención veterinaria los perros son abandonados para morir, o sacrificados por sus dueños u organizadores de los eventos.
Dijo que todos estos actos, constituyen graves violaciones a las normas vigentes en nuestro país y en nuestro estado respecto al maltrato a los animales, sin embargo, la problemática relacionada no se detiene en esa dimensión.
Expresó que siguiendo los puntos de vista expresados por el dictamen del Poder Legislativo Federal, estas acciones son un ejercicio de crueldad extrema, que resulta totalmente opuesto a los principios y objetivos de bienestar social y humanitario a los que aspira nuestro país.