Esteban Espinoza / SLP
Este martes la presidenta del PRI, Sara Rocha, en compañía del encargado de despacho del PAN, Enrique Dahud y del Delegado del PRD, Jorge Alberto Zavala, estuvo en Ríoverde para beberse un “shot de la triste realidad” que vive la coalición Fuerza y Corazón por México en este municipio, lo que hizo sacar de la dirigente su peor versión; y se agarró a disparar en todos sentidos, desesperada por recuperar los votos que ya se les fueron.
Para nadie es un secreto que en Ríoverde, Movimiento Ciudadano ha logrado fortalecerse como la única fuerza política que puede vencer a la coalición Sigamos Haciendo Historia, que abandera el partido Verde Ecologista, y que dejó fuera de la jugada política a Morena en esta zona del estado.
Sara siguiendo la línea de su líder nacional, Alito Moreno, se abalanzó sobre Movimiento Ciudadano; tratando de desacreditar la ola naranja que vive la zona media; cuando son los ciudadanos, los que han encontrado en ese movimiento, una opción diferente a lo que siempre se les ofrece.
Cierto es que Movimiento Ciudadano solo existía de membrete en la zona media; nunca fue una fuerza política que le preocupara a nadie; pero ante la decisión de Leonardo Guerrero Aguilar de participar; le dió aire al partido; hasta que el PRIAN se equivoca en la elección de su candidato a presidente municipal; y se convierte en la única opción ciudadana.
Y no es que Guty Castillo, el candidato del PRIAN sea muy malo; pero si, el grupo panista que representa a la actual dirigencia estatal, que han sido una tragedia para el PAN de Ríoverde. El partido que más votos había cosechado hasta la pasada elección, aún perdiendo la elección; hoy todo mundo lo coloca en tercer lugar y sin posibilidades de ganar la contienda.
Sara tiene motivos para estar enojada; pero debería enojarse consigo misma y con los dirigentes de los partidos coaligados; son rehenes de sus propias decisiones; y hoy esperan que un solo hombre, Ramón Torres, cargue en sus espaldas con toda la responsabilidad de sacar adelante, con su prestigio y con sus recursos, no solo su campaña; si no, la de los candidatos del PRI y del PAN en Ríoverde, amigos de las dirigencias, pero sin trabajo político, ni luz propia.
La Sara iracunda sin medir consecuencias, incluso disparó en contra de la CTM, una organización sindical que apenas hace unos días llevó a cabo una reunión de apoyo para Enrique Galindo en la Capital del estado; pero que en esté Distrito Federal, ha mostrado su apoyo a Mauricio Ramírez Konishi; el único candidato que puede vencer a Óscar Bautista Villegas, conocido en esta zona como “el Cochiloco”; y es que “el voto útil” para el PRIAN, solo es útil cuando lo manejan a su favor; cuando beneficia a otra fuerza política, deja de ser útil; porque lo que los mueve, son sus intereses personales y sus pluris locales.
El “shot de realidad” le cayó mal a Sara Rocha, y a un Enrique Dahud, que si en alguna zona del Estado lo conocen como un gran vividor del presupuesto del PAN, es aquí, en Ríoverde; y Guty está apunto de convertirse en el décimo, cuarto fracaso político, que lleva tatuado el nombre del actual encargado de despacho del PAN estatal.
Hasta la próxima.