Esteban Espinoza / SLP
En el marco del Operativo Vacacional Semana Santa 2017, al cual el gobierno del estado dio arranque en estos días y para evitar riesgos a la salud de la población durante esta temporada, la Secretaría de Salud, a través de la Comisión Estatal de Protección Contra Riesgos Sanitarios (COEPRIS) ha implementado un programa de supervisión mediante el cual, se vigila la limpieza del lugar, la calidad del agua además de revisar los alimentos que se expenden en éstos lugares.
Previo a la temporada vacacional, personal de la Comisión Estatal de Protección Contra Riesgos Sanitarios realizó acciones de capacitación tanto en la capital como el interior del estado, respecto a calidad de agua y manejo higiénico de alimentos a administradores y trabajadores los principales parajes.
Aunado a lo anterior, personal de las siete Jurisdicciones Sanitarias realizan recorridos en los principales parajes naturales y vacacionales, a fin de supervisar aspectos como: calidad y cloración del agua que se utiliza para consumo humano y sanitarios, control de la fauna nociva de los establecimientos de comida y servicios. Asimismo, que las zonas de acampar y las de ingreso a las albercas o lugares de fuente de agua natural, se encuentren en condiciones de limpieza para evitar que los bañistas sufran afecciones en la piel y enfermedades gastrointestinales.
Durante los días 13 al 16 de abril en los que se contempla una mayor afluencia, la COEPRIS intensificará la vigilancia de los alimentos que se expenderán en éstos lugares turísticos.
La Secretaría de Salud recomienda a la población que tiene contemplado acudir a algún paraje natural durante las vacaciones de Semana Santa y Semana de Pascua realice las siguientes medidas de protección: no introducirse al agua bajo los efectos del alcohol o drogas, utilizar traje de baño, tomar una ducha antes de introducirse al agua, utilizar envases de plástico, no arrojar basura a los afluentes de agua, no introducir mascotas a los cuerpos de agua, utilizar los servicios sanitarios, mantener en estrecha vigilancia a los niños, observar la higiene de los alimentos que se van a consumir, lavarse las manos antes de comer y después de ir al baño y finalmente, respetar las reglas de seguridad que cada área establece.