El pasado 31 de julio del 2020, el titular del Ejecutivo Federal junto con los Secretarios de de la Secretaría de Relaciones Exteriores y de Salud, la Consejería Jurídica de Presidencia y el Instituto de Salud para el Bienestar de la Secretaría de Salud (INSABI), realizaron la firma de un Convenio para que la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS), junto con el INSABI, realizarán las compras nacionales de medicamentos y material de curación del todo el sistema público de salud desde el 2021 y hasta el 2024, argumentando que, con esto se acabarían las prácticas corruptas en ese sector, y se obtendrían sustanciales ahorros, alcanzando total certidumbre y transparencia en los procesos de adquisición de México.
Sin embargo, cuatro meses después de que se lanzó la licitación, la UNOPS aún no ha dado a conocer los fallos generales para el abasto del año que, ahora contemplaría el periodo de junio 2021 a junio 2022. Los fallos y las firmas de contrato son elementos esenciales para el proceso de abasto, pues es a través de estos que las empresas fabricantes conocen los detalles necesarios para comenzar la planeación de la producción que tarda aproximadamente cuatro meses.
Cabe mencionar que, a raíz de las interpretaciones presentadas durante la conferencia matutina del 24 de mayo, sobre la historia de las compras de medicamentos realizadas en el periodo neoliberal (2012-2018), las acciones que se han emprendido para lograr el abasto -pese al sabotaje del monopolio neoliberal de medicamentos- y los resultados de la compra consolidada 2021, la UNOPS envió de manera directa, al día siguiente, una serie de notificaciones a las empresas en las que se les informaron algunos resultados de la licitación, estos no representan un compromiso o acto legal de compra.
A propósito del tema, el Instituto Mexicano de la Competitividad (IMCO), documentó sólidamente que la transparencia no es uno de los atributos operativos del organismo internacional, puesto que ofrece menos información de la que el sistema nacional “Compranet” dispone libremente.
El IMCO asegura que las limitaciones impuestas por el organismo internacional para el acceso a los contratos firmados, la carencia de información detallada, argumentando que no es pública, generan un ambiente de opacidad que se estrella contra las ofertas de transparencia y libre competencia esgrimidas.
“Hasta mayo de 2021 la UNOPS asegura haber adjudicado 82 contratos por 18 mil millones de pesos. Al consultar el portal de Proyecto Salud México para conocer las condiciones de las compras, el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) encontró que este solo incluye el nombre del medicamento, el importe total del contrato, la fecha del contrato y el nombre del proveedor. Estos datos son menos de los que estarían disponibles en Compranet de haber realizado las contrataciones desde las instituciones federales”. IMCO.
Buscando obtener mayor claridad sobre las adjudicaciones, el equipo de investigadores del Centro de Investigación Política Pública del IMCO, solicitó al contacto designado por la UNOPS el acceso a los precios unitarios, cantidades adquiridas por insumo, documentos y bases de datos que contienen dicha información para las compras adjudicadas, así como los procedimientos pendientes, obteniendo la siguiente respuesta: “En respuesta a su solicitud, le informo que NO es posible brindar la información requerida, por cuanto no se trata de información pública”. “De acuerdo con lo establecido en el artículo 10.2.1 del Manual de Adquisiciones de UNOPS, la EOI.IAIG.2019.02 sobre Clasificación de la Información y la OI.LG.2019.02 sobre Divulgación de la Información, la información considerada pública se encuentra a disposición de todas las partes interesadas en su página web. En particular, la información considerada pública en relación con las órdenes de compra (PO) adjudicadas incluye una descripción breve del contrato, una referencia al número de registro, el país beneficiario, la fuente de financiación, el importe del contrato, la fecha del contrato y el nombre y el país del proveedor”.
Es necesario aclarar que la UNOPS no está no está obligada a permitir el acceso irrestricto a información pública amplia, al no sujetarse a la Ley General de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos (LGTAIP), como las dependencias del gobierno mexicano; pero, y esto también es preocupante, se desconoce quién verificará el cumplimiento de los proceso, cuáles serán las condiciones de precio y calidad, ya que al no estar normada por la Ley de Adquisiciones, Arrendamientos y Servicios del Sector Público (LAASSP), deja al margen diversas funciones como la de la verificación sanitaria a cargo de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) y la revisión de la cuenta pública que realiza la Auditoría Superior de la Federación.
“La decisión de contratar a la UNOPS para gestionar las compras de medicamentos en México no mejora la transparencia de las compras, ya que reduce significativamente el nivel de detalle de la información. La opacidad en las compras públicas en México aumenta y no existen reglas para revertirla”. IMCO.
Adicionalmente, las declaraciones del secretario de salud, Jorge Alcocer Varela, del 24 de mayo, en las que aseguró que las adquisiciones de medicamentos avanzan muy bien y que gracias al esquema de la UNOPS, el Gobierno Federal ha conseguido un ahorro de 11 mil 880 millones de pesos, fueron percibidas por la sociedad y los medios de comunicación como una declaración insensible y fuera de lugar, pues las evidencias del desabasto actual es innegable.
Tal parece que, el contrato con la UNOPS, que se prolongará hasta el 2024, no solamente representa un retroceso para el país en materia del modelo de compras públicas, sino un riesgo para la disponibilidad de medicamentos e insumos a la población y de la cual no tendremos información, pues como lo ha identificado el IMCO, no ofrece claridad, transparencia ni certeza.