EL ORÁCULO
Por: Esteban Espinoza
Vaya enredo en el que se metió el gobernador de San Luis Potosí, Ricardo Gallardo Cardona. Resulta que quiso jugarle al estratega y presionó a su camarada y líder moral, Manuel Velasco, para que la iniciativa antinepotismo se hiciera efectiva hasta 2030. Todo con la finalidad de cumplir su capricho de heredarle la gubernatura a su esposa, la senadora Ruth González Silva. Así, como si fuera un puesto en la tiendita de la esquina.
Lo que no calcularon fue que el balazo les rebotaría directo en la cara y terminaría enfureciendo a la mismísima presidenta de la República, Claudia Sheinbaum Pardo, quien no tuvo empacho en manifestar su molestia en la Mañanera. Y cómo no, si su popularidad del 80% podría verse salpicada por las maniobras políticas de un gobernador que juega a la monarquía.
El que terminó poniendo la cereza en este pastel fue Gerardo Fernández Noroña, presidente del Senado, quien a través de un video ventiló que el acuerdo con el Partido Verde para que la reforma aplicara en 2027 se vino abajo porque desde San Luis Potosí presionaron y amenazaron con romper los acuerdos en la Cámara. Todo para que la señora Ruth González tenga el camino despejado rumbo a la gubernatura.
Y no es que el Partido Verde ande corto de candidatos, pero sí ya les funcionó su estrategia en 2024 para imponerla como senadora, pues ¡a repetir la jugada! Todavía se recuerdan las largas filas de ciudadanos un día antes de la elección, en el ejido El Refugio Ciudad Fernández y en la comunidad de San Marcos de Rioverde, asegurando su “voto consciente” con mil 500 pesos en la mano para cada ciudadano.
Pero los morenistas tienen memoria de elefante, y lo que pasó en 2024 no se olvida ni con tequila. En Morena ya saben que el Partido Verde en San Luis Potosí es como ese amigo que siempre quiere quedar bien con todos, pero a la mera hora te vende al mejor postor; así vendió a la presidenta de Morena, Rita Ozalia Rodríguez, y a Sonia Mendoza en la Capital para asegurar la llegada de su aliada, Verónica Rodriguez, presidenta del PAN en San Luis Potosí.
Si la esposa del gobernador no es la candidata en 2027, el Verde se quedará con pocas fichas en la mesa. Y la presidenta Sheinbaum, con todo y su temple de académica, no se quedó callada. Desde su poderoso micrófono matutino, lanzó un mensaje claro: “Basta de heredar cargos públicos a esposas, hijos y demás parientes. Es inmoral y la gente ya no lo tolera”.
Y aunque la ley ya esté aprobada, ella tiene todo el poder para poner el tema en la agenda y emprender una campaña nacional contra el nepotismo, que haría ver a varios políticos como lo que son: oportunistas con sangre azul de plastilina.
Dicen los que conocen bien a Sheinbaum que ella nunca deja un golpe sin respuesta, y que ahora que ocupa la silla grande, menos. Así que si alguien pensó que esto iba a quedar en un berrinche pasajero, más vale que empiece a revisar sus expedientes, porque no sería raro que la 4T empiece a destapar algunos trapitos al sol de este gobierno verde.
Y es que, en las últimas 48 horas, los del Verde han tratado de bajarle el volumen al escándalo. Han intentado lavarse las manos, e incluso la senadora Ruth ha salido a decir que ella no quiere ser candidata… aunque a veces se le olvida su propio discurso y asegura que sí, si el “pueblo se lo implora”.
Lo que es seguro es que esta telenovela apenas empieza, y el capítulo final promete giros de trama dignos de un buen culebrón político.
¡Hasta la próxima!
