CIUDAD DE MÉXICO (EFE).- Cuando Andrés Manuel López Obrador asumió la Presidencia mexicana hace dos años agradeció a las “benditas redes sociales” por su triunfo, pero ahora en el poder confronta a Twitter y Facebook al acusarlos de censura e, incluso, de tener un sesgo en su contra.
Para el presidente, “las redes sociales pasaron de ser benditas a ser redes de censura y de servilismo a los intereses de la mafia del poder en un dos por tres”, explica a Efe la profesora Georgina Flores, de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO).
CAMBIO DE ACTITUD
En su victoria electoral del 1 de julio de 2018, López Obrador adjudicó su triunfo a las redes sociales, donde los entonces opositores cuestionaron con libertad al Gobierno del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
“Los medios de información no fueron, como en otras ocasiones, correas de transmisión para la guerra sucia. También mi gratitud a las benditas redes sociales”, declaró desde el Zócalo de Ciudad de México.
Pero desde el ataque al capitolio de Estados Unidos, el 6 de enero, López Obrador ha acusado a Twitter y Facebook de “censurar” a Donald Trump por suspender sus cuentas, en las que incitaba a la violencia.
Incluso, la semana pasada anunció que planteará al G20 su rechazo a que las redes sociales puedan “suspender la libertad de expresión” y que México podría crear su propia red social.
El conflicto escaló esta semana cuando López Obrador criticó en su rueda de prensa matutina al jefe de políticas públicas de Twitter en México, Hugo Rodríguez Nicolat, porque antes trabajó para políticos del Partido Acción Nacional (PAN), principal opositor del presidente.
“Esto es importante porque no son solo las instituciones o los organismos o decir Twitter o ‘Face’, sino ver quiénes manejan estas instituciones, quiénes son, porque ustedes que son periodistas saben que es muy difícil que haya neutralidad”, argumentó el mandatario.
CONTRADICCIÓN
Flores, investigadora de medios de comunicación y democracia, considera que la actitud de Facebook y Twitter no ha cambiado, pero López Obrador ve con preocupación lo que pasó con Trump, con quien ha presumido una “muy buena relación”.
“El discurso pasado del presidente nos da elementos para ver que las redes dejaron de ser benditas para ser malditas precisamente porque hay un interés en anticiparse a lo que podría pasar, tomando como referencia lo ocurrido de Estados Unidos”, indica la académica de FLACSO.
La profesora también señala la contradicción del presidente, quien por una partese dice víctima de la censura y por otra suele cuestionar a periodistas y críticos de su Gobierno.
“Eso por supuesto es gravísimo, sobre todo en un país como este, donde las agresiones y los asesinatos a periodistas constituyen un problema que requiere atención urgente”, expresa.
LÍDER EN LAS REDES
Con más de 7.7 millones de seguidores, López Obrador es el mandatario de América Latina más popular en Twitter e incluso está por encima de cualquier líder europeo, de acuerdo con el sitio Twiplomacy.
“López Obrador ha sido muy inteligente, y su equipo también, en el manejo de las redes sociales para manejar la opinión pública y las percepciones, es alguien con el perfil del expresidente de Estados Unidos”, expone Hugo Gómez, director general de la agencia Human Connections Media.
El presidente, quien tiene cerca de 8 millones de seguidores en Facebook y 2.4 millones de suscriptores en YouTube, se ha enfrascado con Twitter porque es la red social con usuarios más interesados en política, opina Gómez.
Sergio Lara, investigador de Human Connections, expone que el mandatario usa una estrategia de comunicación en la que se aprovecha de posturas polémicas para mantenerse en la conversación.
“Cuando hay una postura así de puntual, única y directa, el nivel de interés aumenta, es una maniobra inteligente porque saben que este interés crece con este tipo de circunstancias”, considera.
¿CENSURA O CONTROL?
Las críticas del presidente y la postura de Trump han dividido a los usuarios de México sobre quién debe regular las redes sociales.
“Los usuarios de las redes sociales piden que haya un control, pero no saben exactamente cómo, porque muchos de nosotros, especialmente en México, hemos sido víctimas de creer estas noticias falsas”, indica Gómez.
Pero la profesora Flores lamenta que el debate urgente se pierda entre las declaraciones políticas del presidente.
“Me preocupa que esta discusión que es bastante necesaria sobre las empresas de redes sociales y la polarización termine perdiéndose en este tipo de discusiones mucho más banales y superficiales”, concluye.