Ciudad de México. El periódico Le Monde dedicó en su edición de ayer dos páginas a la crisis de seguridad de México en materia de narcotráfico.

Su corresponsal en México Frédéric Saliba, realizó una investigación sobre la violencia vinculada a las elecciones intermedias del pasado mes de junio, y describe el caso del asesinato de Alma Rosa Barragán, candidata a la alcaldía de Moroleón, Guanajuato, por el partido Movimiento Ciudadano. Barragán es uno de los 147 casos de asesinatos a políticos durante las campañas electorales que iniciaron en septiembre del año pasado, 36 de ellos eran candidatos.

La hija de Barragán ganó finalmente la alcaldía, pero uno de los hijos de Alma Rosa, escribe el corresponsal de Le Monde, ha sido vinculado con el cartel Jalisco Nueva Generación según una investigación judicial “que supuestamente permanecerá en la confidencialidad”.

¿Alma Rosa Barragán era una narcocandidata o hubo un intento por desacreditarla para justificar la masacre?, comenta David Saucedo, especialista en crimen organizado.

De los 36 candidatos asesinados, 30 disputaban alcaldías, “Para consolidar su dominio territorial, los cárteles presionan a los alcaldes, puesto que resultan los más fácilmente controlables”, comenta a Le Monde Eduardo Guerrero, director de Lantia Consultores.

El corresponsal retoma las cifras del Pentágono sobre el control territorial de las mafias: “El narcotráfico, la migración, trata de personas (…) operan entre el 30 y 35% del territorio (mexicano)”, comentó en marzo de este año el general Glen VanHerck, jefe del Comando Norte.

El término Mafiocracia lo toma el diario francés de una entrevista con el analista Eduardo Buscaglia. “El voto de los ciudadanos pesa menos que la influencia de las mafias”.

Saliba no margina el caso de la liberación de un hijo del chapo Guzmán. Y recuerda que el hecho no es investigado por el Congreso ni por los jueces.