CIUDAD DE MÉXICO.- Una mujer bombero, quien colaboró para rescatar de una bebé recién nacida que fue arrojada de una altura de tres metros de un inmueble en la alcaldía Iztacalco, decidió amamantar a la menor de edad para salvarle la vida.
Eloisa Quijano, paramédico que participó en el rescate que se realizó esta tarde, forma parte del Cuerpo de Bomberos de la Ciudad de México, y es madre de cuatro hijos. Ella decidió amamantar a la bebé como si fuera su hijo, de un año y medio.
La menor de edad fue rescatada de entre dos muros de colindancia en la calle la avenida Plutarco Elías Calles N° 28, colonia Reforma Iztacihuatl Norte, alcaldía Iztacalco. Para liberarla de entre las paredes de tabique donde fue encontrada, fue necesario hacer trabajos de perforación.
La bebé, estimaron las autoridades, tenía apenas 24 horas de haber nacido, por lo que Eloisa comenzó a proporcionarle su propia leche, contó el cuerpo de bomberos capitalino.
Al subirla a la ambulancia 1004 para su traslado al Hospital Pediátrico infantil Iztacalco, fue aspirada, se le colocó oxígeno, se le pinzó el cordón umbilical y se le hizo control térmico porque se encontraba hipotérmica. Pero en el trayecto al hospital, el personal a bordo de la ambulancia notó que la frecuencia cardiaca de la bebé era muy baja, entonces sospechó que no había ingerido alimento.
“La bebé aceptó la leche perfectamente bien, fueron unos 6 mililitros y empezó a agarrar color en su carita”, dijo Eloisa con 19 años como paramédico, tres de los cuales los ha pasado en el Cuerpo de Bomberos, quien refirió que “nunca se había enfrentado a una situación similar”.