Antes de la explosión en Tlahuelilpan habían sido desplegados cerca de 25 militares que no pudieron contener a los cerca de 800 pobladores que estaban ahí
En el punto donde se desarrolló la explosión de gasolina, en Tlahuelilpan, Hidalgo, fueron desplegados alrededor de 25 elementos que no pudieron contener a los cerca de 800 pobladores que arribaron al lugar, reconoció el secretario de la Defensa Nacional (Sedena), Luis Cresencio Sandoval.
“Eran 25 hombres, los que estuvieron ahí, los que enfrentaron la situación, los que intentaron detener, el evitar que se acercara la cantidad de personas que ustedes vieron ahí en el video y 25 hombres contra esa cantidad de personas es, como ya lo mencionó el señor presidente, muy difícil de llevarlo a cabo”, explicó el titular de la Sedena.
Sandoval reconoció que se han registrado episodios similares al ocurrido el viernes, en donde en torno a una toma clandestina se aglomera gente para colectar combustible y el procedimiento de las fuerzas armadas ha sido el evitar enfrentamientos con la población civil.
El grado de agresividad de quienes recolectan el combustible, afirmó, puede provocar que los soldados respondan.
“Estas multitudes han llegado a golpear al personal militar; y también nuestro personal, en algún momento, ha hecho disparos y ha llegado a herir a la gente civil. Eso no queremos que suceda, no queremos una confrontación de esa naturaleza. Todo nuestro personal va armado y al tener multitudes de esta naturaleza enfrentándose, también siente algo de temor en lo que le pueda pasar y quizá pueda emplear el arma”, detalló el secretario.
Esa actuación se repitió en Tlahuelilpan, donde los elementos de la 18 Zona Militar se mantuvieron a la expectativa de cómo alrededor de 800 personas acudían al punto donde brotaba la gasolina del ducto.
“Lo mejor para ambas partes es retirarse, ha sucedido en muchas otras ocasiones, lamentablemente, en esta sucedió la explosión”, lamentó Sandoval.
El presidente Andrés Manuel López Obrador respaldó esta actuación e informó que un hecho similar se registró la semana pasada en Acambay, Estado de México, donde “por suerte” no sucedió una tragedia.
“En toda la red, ha tenido suerte, la fortuna en otras partes de que no ha habido esta tragedia. Hace muy poco, hace como unas semanas sucedió algo parecido y el ingeniero encargado de la reparación de las fugas hasta dijo: ‘Fue un milagro que no haya sucedido una desgracia’”, afirmó el presidente.
Confió en que los programas sociales que aplicará el gobierno federal en los municipios por donde cruzan los ductos sirvan para inhibir el robo de combustibles.
Insistió a la población en que no incurra en el ilícito del robo de combustibles, y que no arriesgue su vida en tratar de obtenerlos.
Escrito por Excélsior